Tan solo dos ingredientes y diez minutos son necesarios para este delicioso postre que mezcla la fruta con el chocolate blanco. Muy sencillo, pero perfecto para conseguir un dulce ligero tras una copiosa comida. Nosotros te proponemos el binomio cereza-chocolate blanco, pero opciones hay miles.
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1.
Lavamos las cerezas con su rabito y las secamos bien con papel absorbente.
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2.
Derretimos el chocolate blanco en el microondas o al baño María, teniendo cuidado de que no se nos queme.
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3.
Sumergimos cada una de las cerezas en el chocolate blanco hasta 2/3 de su altura y las vamos colocando en una fuente forrada con papel vegetal o sulfurizado bien separadas.
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4.
Dejamos reposar unos minutos hasta que se endurezca el chocolate blanco y reservamos en el frigorífico hasta la hora de servirlas.
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