Cuenta con un poco de tiempo para la elaboración de este tradicional postre que, servido templado, suele deleitar a los paladares más exquisitos. Pocos pueden resistirse a una leche frita con mucho aroma a limón y canela.
Para la leche frita
- 500 ml de Leche
- 100 g de Azúcar blanca
- 75 g de Harina
- 60 g de Nueces picadas
- 1 cucharada de Maicena
- 1 unidad de Ralladura de limón
- 1 cucharadita de Mantequilla para untar la fuente del horno
- 1 cucharadita de Canela molida
- 2 ud de Huevos
- Harina para rebozar y freir
- Aceite de oliva para freir
Para la decoración
- Azúcar blanca
- Canela molida
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1.
Ponemos la leche a hervir, reservando un vaso, con el azúcar, la piel de limón y la canela molida. Si preferimos, podemos usar canela en rama. Cuando llegue a su punto de ebullición, la retiramos del fuego y lo dejamos entibiar.
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2.
Batimos la leche que hemos reservado con la harina, la maicena y mezclamos bien. Agregamos la leche restante en hilo sin dejar de remover y calentamos de nuevo la preparación a fuego lento durante 10 minutos, sin dejar de remover. De nuevo, retiramos del fuego y pasamos esta crema por un colador, para retirar los posibles grumos.
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3.
Agregamos las nueces picadas a la crema y removemos para que queden bien repartidas.
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4.
Untamos una fuente rectangular de paredes bajas con la mantequilla y vertemos encima la crema. Dejamos que esta se enfríe y cubrimos con papel 'film' para que repose un mínimo de 6 horas dentro del frigorífico.
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5.
Cortamos la leche ya cuajada en rectángulos, los pasamos por la harina restante y los huevos batidos para freírlos por tandas en una sartén con aceite de oliva bien caliente.
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6.
Retiramos y dejamos reposar en papel absorbente hasta que se quite su exceso de aceite. Servimos con canela y azúcar espolvoreada por encima.
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