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De temporada: ideas muy sabrosas para cocinar las sardinas

A la parrilla, rellenas, marinadas, con tomate, rebozadas, al horno, en escabeche, fritas… Y a ti, ¿cómo te gustan más?

Aportan proteínas, vitaminas, minerales como el fósforo, el sodio y el hierro y, además, su contenido en ácidos grasos Omega 3 hace que el consumo de sardinas ayude a prevenir enfermedades cardiovasculares y a regular los niveles de colesterol. Pero es que además... ¡están buenísimas!
 


Un pescado de temporada (es fácil asociar su degustación a los días más soleados del año) con diversas posibilidades en cocina como las que te mostramos aquí debajo, no sin antes ofrecerte algunos consejos y recomendaciones: 

  • Escamar bien las sardinas para evitar sorpresas. Sólo las envueltas en hoja de parra no lo precisan: las escamas y la piel se pegan a la hoja al retirar ésta, una vez asadas.
  • Utilizar las sardinas pequeñas enteras y retirar la espina central y la cabeza si se trata de sardinas terciadas o más grandes.
  • Para evitar el fuerte olor que desprenden cuando se cocinan en casa, hacerlas al horno en papillote, es decir, empaquetadas en papel sulfurizado o de aluminio.
  • Cuando se van a comer crudas o poco elaboradas, es recomendable congelarlas durante 72 horas para evitar incómodos problemas digestivos.

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