¿De cuántas cenas y apuros nos ha sacado la tortilla francesa? Es una de las preparaciones con huevo más sencillas a priori, pero que si queremos hacerla bien y que nos quede esponjosa requiere su práctica. Normalmente para darle más jugosidad se le añade un par de cucharadas de leche, nata líquida o incluso agua pero, puedes obtener la tortilla francesa más esponjosa, sin necesidad de añadir ningún otro ingrediente que no sean los huevos, la sal y el aceite para cuajarla en la sartén. Si sigues todas las indicaciones de esta vídeo receta, obtendrás un resultado súper esponjoso, nada seca y muy jugosa por dentro. Ojo aunque parece fácil tendrás que hacer más de un par de tortillas para cogerle el truco.
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1.
Asegúrate de sacar los huevos de la nevera para que estén a temperatura ambiente. Si tienes la oportunidad de utilizar huevos camperos o de gallinas en libertad esta receta quedará mucho mejor. En este caso la calidad de la materia prima, los huevos, es muy importante y será la diferencia entre una tortilla francesa normal y una excepcional.
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2.
Casca con cuidado los huevos dentro de un bol.
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3.
Añade un poco de sal, eso sí, no peques de exceso pero tampoco de defecto.
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4.
Bate los huevos hasta que se integren, pero no hace falta que sea un batido excesivo.
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5.
Pon una sartén en el fuego y echa un poco de aceite de oliva. Si es una sartén antiadherente echa menos aceite porque no queremos que salga una tortilla grasienta.
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6.
Espera a que se caliente para echar el huevo batido y remueve con una cuchara o tenedor para que se cuaje ligeramente.
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7.
Retira la sartén del fuego y ayúdate de una espátula para doblar el huevo y darle la forma de tortilla francesa. El nivel de cuajado lo puedes hacer a tu gusto dejando que se haga más o menos.
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8.
Sirve la tortilla francesa esponjosa y decora con la hierba aromática que más te guste. Así o en bocadillo es un plato sencillo, muy socorrido y delicioso.
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