Cuando arrancó la quinta temporada de MasterChef Celebrity, Raquel Meroño no figuraba en ninguna quiniela como posible ganadora. “Recuerdo aquellos primeros días, cuando estabas totalmente atacada, con unos nervios que podían contigo”, le comentaba anoche Samantha Vallejo-Nágera a la actriz durante la gran final del programa. “Sin embargo, comprobar cómo una persona que no sabía encender el microondas y que ahora cocine como lo hace me parece un milagro”, le alababa la jueza. En realidad, Raquel sabe bien que esto tiene mucho más de trabajo, esfuerzo y perseverancia, que de ‘fenónemos paranormales’. Si no, sería imposible entender cómo alguien como Meroño se ha hecho, contra todo pronóstico, con el trofeo del famoso talent.
Muchas horas de práctica y muchas ganas de superarse cada día son las que, en realidad, han llevado tan lejos a Raquel. Una participación que ha ido in crescendo para culminar anoche con la elaboración de un menú final verdaderamente espectacular, cargado además de emotividad.
"Muchas veces me han preguntado qué ha sido de mi vida una vez que me alejé de la televisión y hoy lo quiero contar a través de un menú y de una sola letra, que es la inicial de mi apellido, la letra M. De Meroño. Empieza todo cuando fui madre. Tuve gemelas y decidí que era el momento para volcarme con ellas. Quería que conocieran otras culturas así que parte de su infancia la pasaron en la isla de Bali. Donde decidí montar un negocio que se llama Malam. Y se cierra el cículo aquí con la M de MasterChef, que me ha devuelto a la televisión, que estoy convencida de que me va a cambiar la vida”. Así presentaba, emocionada, Meroño su menú, hispano-balinés, que no dejó de cosechar alabanzas por parte del jurado desde el minuto uno.
Entrante: ‘Aire del sur’
Bajo este sugerente título, en entrante elaborado por Raquel constía en una base de gelatina de agua de tomate con el atún de la Almadraba como elemento central, todo rodeado de flores “que representan la alegría de la gente de aquella tierra”, contaba la finalista. “Es perfecto.Todo lo que tiene el plato tiene sentido, cada uno de los elementos que hay está bien tratado, y el resultado es elegantísimo”, aseguró Joan Roca, invitado de lujo en el jurado. “Es una maravilla. No le encuentro defectos y sí le encuentro mucho sabor”, apuntaba también Jordi Cruz.
Plato principal: 'Al otro lado de la esfera'
A continuación, Meroño presentó su plato principal, elaborado con solomillo de cerdo ibérico como producto protagonista, cocinado a baja temperatura, con jengibre, cilantro, lemongrass y curry. Como toque final, coronó el conjunto con unas esferas de leche de coco y lima. “Lo has clavado. Es un viaje perfecto a Bali”. Así de contundente se mostró Samantha Vallejo-Nágera. Mientras, el chef Ángel León (invitado también de excepción en esta noche tan especial) añadía, con toda sinceridad: “Cuando has dicho lo de las esferas me ha dado un poco de miedo, porque... ¡se han hecho tantas cosas mal con las esferas!… Pero estas tienen sabor, encajan perfectamente”, aseguraba.
Postre: ‘Corazón de volcán’
Pero si la noche había estado plagada de halagos para Raquel (también su oponente, Florentino Fernández, cosechó, por cierto, grandes críticas a su menú), fue la aparición del espectacular postre lo que dejó a todos con la boca abierta. Y es que, como broche de oro, Meroño presentó lo que a todas luces simulaba ser un volcán (guiño a los volcanes de Bali), en cuyo interior se escondía un mango, cocinado dentro del propio carbón. Una vez extraída la fruta de interior del volcán, Raquel la compañó con coco, cacao y un candy de crema de cacahuete. Sí; es cierto que para quien esté aconsumbrado a ir a grandes restaurantes, este postre le pueda resultar familiar. Más concretamente, asocie su imagen a una de las mejores cocinas del país: la practicada en el restaurante barcelonés Disfrutar. Y es que Meroño tuvo ocasión de recibir algunas clases maestras de los chefs de este establecimiento. Lo que, por cierto, no resta mérito a la ganadora, en palabras del propio Jordi Cruz: "Me acuerdo cuando ganó Ona Carbonell. A algunas personas de la audiencia no les pareció bien que Joan Roca y su equipo le echaran una mano. Evidentemente, vosotros no tenéis un espacio donde practicar estos platos y a mí me parece muy bien que os acerquéis a esos grandes cocineros y os permitan trasladar un mensaje a esta mesa y que nosotros podamos entenderlo”, apuntaba el juez. Una opinión unánime compartida por los cinco miembros del jurado, como también lo fue la decisión de encumbrar a Raquel en lo más alto del pódium de MasterChef Celebrity 5. ¡Enhorabuena!