Especias, hierbas aromáticas o plantas. Son todas ellas grandes aliadas de nuestra salud y de nuestro recetario en la cocina, porque por su versatilidad, pueden ser utilizadas en casi todos los platos, incluso cualquier infusión que se te ocurra o el pan (¿sabías que existe un pan de cúrcuma?). No tienen por qué estar en nuestro botiquín, pero si en nuestra despensa, donde no debería faltar, por ejemplo, el eneldo -una hierba de sabor dulzón, fresco y anisado-, el jengibre -una auténtica medicina que reduce la inflamación y, además, nos da un toque picante y natural a nuestros platos-, o el anís estrellado. Por todo esto, es la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiende aderezar nuestro menú semanal de una manera saludable con ellas.
Cardamomo verde
El cardamomo verde es una especia que, por su sabor, ya merece la pena incluirlo en la dieta. Pero por sus beneficios, aún más. En la medicina ayurvédica se utiliza mucho para mejorar los problemas digestivos -como las náuseas, la acidez o el hinchazón- y tratar la depresión. Además, ayuda al organismo a eliminar toxinas a través de los riñones, contiene muchas vitaminas, fitonutrientes y aceites esenciales que actúan como antioxidantes, frenando así el envejecimiento celular.
¿En qué puedo utilizarlo? Ten en cuenta que existen dos tipos de cardamomo: el negro, que es menos común en Europa (aunque sí en India, de donde es originario), y el verde, co una cáscara de este color y pequeñas semillas negras con un aroma muy intenso, cítrico y que nos recuerda a la pimienta. Si nos quedamos con este último, estamos ante una especia cada vez más utilizada para añadir sabor a los postres, por ejemplo, uno que contenga chocolate, pero nosotros te recomendamos que lo incorpores entero en platos de arroz. Eso sí, retirándolos antes. Aunque, si lo prefieres, puedes moler las semillas.
Nuestra receta recomendada: porridge de avena y cardamomo.
Cúrcuma
La cúrcuma pertenece a la familia del jengibre y fresca se vende como éste, en trocitos de raíz. Aunque su carne, a diferencia de él, es de un naranja intenso. Su sabor es ligeramente amargo y terroso, pero, más que por su sabor, solemos utilizarla por su intenso color amarillo. Sin embargo, sus beneficios son tantos, que se ha convertido en una de las especias de moda: es antioxidante, antiséptica e impulsa el sistema inmunitario. Además, es un poderoso antiinflamatorio.
¿En qué puedo utilizarla? La forma más sencilla de utilizarla es molida, sustituyendo al propio jengibre. Además, es mucho más fácil de encontrar y, en este caso, no necesitas congelarla para conservarla. Podemos espolvorearla sobre cualquier plato de pasta, o añadiéndole agua y miel para conseguir una infusión relajante. Además, te recomendamos también que lo pruebes en verduras asadas y en tus sopas o cremas.
Nuestra receta recomendada: con el tiempo que hace, apetece una infusión de cúrcuma y canela.
Jengibre
Hablar del jengibre y de sus múltiples beneficios es algo ya de sobra conocido. La propia medicina tradicional china, desde hace más de 2000 años, recomienda su uso para prevenir y curar muchos problemas de salud -mejorar la circulación de energía por el cuerpo o aumentar su tasa metabólica son algunos de todos sus beneficios-. En Asia, por lo general, se utiliza como tratamiento médico natural. Contiene cromo, magnesio y zinc, mejorando así la absorción y la estimulación de los nutrientes esenciales que necesita el organismo.
¿Cómo puedo utilizarlo? En la cocina india suele añadirse a la pasta, bien rallado junto con el ajo, como base de sus curris. Pero algo muy sencillo que te encantará es hervirlo en agua caliente para darle un toque diferente a tu infusión. Por tanto, puede consumirse en cualquier tipo de bebida (incluso cervezas) o recetas de cocina, fresco o seco (en polvo), para darle un toque picante a tus alimentos o, simplemente, conservarlos.
Nuestra receta recomendada: en un plato contundente como estos chuletones con vinagre balsámico y jengibre.
Clavo de olor
El clavo de olor es tan versátil que nos vale tanto para platos salados como dulces, y podemos usarlos tanto enteros como molidos, para dar un fuerte sabor dulce, especiado y con cierto toque apimentado a nuestras recetas. Son antisépticos y analgésicos, además de ser una buena fuente de minerales (especialmente de manganeso), fibra y vitaminas.
¿Cómo puedo utilizarlo? Con cuidado, porque es tan intenso que una condimentación excesiva puede arruinar nuestro plato. Lo mejor es moler los clavos utilizando un mortero, justo antes de su uso, para conservar todo su sabor y frescor. Si los utilizas enteros, acuérdate de retirarlos antes de servir, su picante puede resultar desagradable.
Nuestra receta recomendada: de cara a las fiestas navideñas, puedes ir practicando con estas galletitas de jengibre y clavo.
Eneldo
El eneldo es una planta compuesta en un 86% de agua y es una fuente importante de proteínas, hidratos de carbono, fibra y no contiene apenas grasas. Por lo que se convierte en un condimento estupendo para aquellas personas que necesitan (o simplemente quieren) cuidarse. Además, es un gran antioxidante y contiene minerales tan importantes para nuestra salud como son el calcio, el hierro, el sodio o el potasio.
¿Cómo puedo utilizarlo? Aquí no estamos tan acostumbrados a su uso, pero en los países nórdicos se aprovecha todo: las hojas, las flores y las semillas para enderezar conservas, encurtidos, ensaladas y salsas, pero, sobre todo, platos de pescados. Con una mínima cantidad, puedes transformar el sabor de tus recetas, utilizándose tanto fresco como seco (aunque nosotros preferimos el primero).
Nuestra receta recomendada: es ingrediente clave de la salsa griega de tzatziki, con base de yogur y pepino, en esta receta de tostadas.
Semillas de mostaza
Con respecto a las semillas de mostaza, que no la salsa que todos solemos tener en la nevera, debemos saber que existen dos tipos principales de semillas: la negra que, en realidad, es marrón, y la blanca. La primera tiene un sabor muy penetrante y suele quedarse en la cocina india. Las segundas, que son más bien amarillas, son las que se utilizan precisamente para hacer nuestra salsa. Pero ambas, al igual que todas las demás especias, se han utilizado durante miles de años tanto en la cocina como en la medicina. Son una excelente fuente de omega-3, fósforo y vitamina B1, además de fibra y de ayudarnos a mejorar los procesos digestivos.
¿Cómo puedo utilizarlas? Molidas forman una especia de pasta espesa que puede utilizarse como adobo de carnes y pescados antes de asarlo, aunque en la India lo utilizan en sus platos de arroz, patatas o curris. Y es que en el país asiático son muy utilizadas por su aroma y color. Generalmente, se calientan en una sartén hasta que comienzan a saltar, permitiendo que ‘exploten’ y desprendan su sabor en el propio aceite.
Nuestra receta recomendada: patatas rellenas con salsa de miel y mostaza.
Salvia
La salvia es otra hierba cuyo uso se remonta a cientos de años (esta vez, no solo en Asia) y cuyas propiedades para el organismo le hacen ser muy apreciada en el mundo de la medicina. Originaria del sur de Europa, es una hierba aromática considerada también antibiótico natural. Una de sus propiedades es la de fortalecer el sistema inmune, como potente antiséptico, además de ser astringente, aliviar molestias gastrointestinales o mejorando problemas ginecológicos (es muy eficaz tratando los sofocos).
¿Cómo puedo utilizarlo? En cocina, se suele utilizar para aromatizar muchos platos -sobre todo, en la alta gastronomía-, tanto fresca como seca, dándole saber a muchos aceites y vinagres, siendo además un ingrediente delicioso en platos de legumbres y verduras.
Nuestra receta recomendada: pollo asado a la naranja con salvia.
Azafrán
El azafrán es una de nuestras especias más preciadas -y unas de las más caras del mundo-. Son los estigmas de la flor de Crocus Sativus, una planta muy delicada. Su origen se sitúa en Grecia, donde era realmente venerada por todas sus propiedades medicinales -como la lucha contra el insomnio, la reducción de náuseas o movimientos intestinales, además de dolores asociados con el parto- y mejorar nuestro organismo en otros aspectos -como la de aumentar la líbido, mejorar el estado de ánimo o la memoria-.
¿Cómo puedo utilizarlo? Si compras el azafrán en hebras, deberás tostarlo ligeramente antes de usarlo, o al menos machacarlo en un mortero para extraer todo su sabor y aroma. Se utiliza en pequeñas cantidades por su intensidad. El molido, sin embargo, ya viene preparado para añadirlo directamente a tu receta, aunque puedes diluirlo antes en un poco de agua. Nuestra apuesta es siempre incorporarlo en guisos, arroces o cualquier plato de cuchara.
Nuestra receta recomendada: crema de mejillones al azafrán.
Anís estrellado
Esta especia proviene de una hierba, cuyas semillas, al secarse, da como resultado estas bonitas figuras. De ahí, además, su nombre. Es muy pequeña, pero está repleta de vitaminas y minerales -por cada 100 g de especia, tienes 21 mg de vitamina C o casi 650 mg de calcio, por ejemplo-. A nosotros no nos gusta hablar de superalimentos, pero podríamos clasificar el anís estrellado como tal. Entre sus beneficios está el de reducir la hinchazón y facilitar la digestión. En Europa se utiliza por separado, pero en países como China, suele mezclarse con otras especias.
¿En qué platos puedo utilizarlo? Entero, se utiliza con frecuencia para endulzar sopas y guisos, además de platos de carne. Puedes darle sabor también a tu infusión.
Nuestra receta recomendada: chutney de fresa, chile, anís y canela.