
Oriente Próximo, Oriente Medio, Medio Oriente… muchas veces estos términos se utilizan de forma indistinta y, además, sus límites geográficos no siempre están definidos de manera precisa: aunque, en principio, parece que este concepto abarcaría desde Libia hasta Irán, muchas veces dichos límites se extienden hacia este y oeste, abarcando un área mayor (desde el sur de Asia hasta los países del norte de África). Es por ello que, cuando nos referimos a la cultura gastronómica de Oriente Medio lo hacemos en realidad, más allá de una zona geográfica del planeta (que también), a unas condiciones de clima concretas, al uso de una serie de productos, de especias y hierbas aromáticas, comunes, y a una forma de cocinar donde confluyen influencias mediterráneas, magrebíes, árabes, israelíes… La riqueza de estas tradiciones gastronómicas es realmente magnífica y, afortunadamente, algunas de las recetas que la componen han conseguido traspasar fronteras a Occidente (con mucho éxito además). Estos son algunos de los platos llegados de Medio Oriente que han alcanzado el ‘estrellato’ culinario internacional, ¡y que nos encantan!

HUMMUS
Es, probablemente, el primer nombre que nos viene a la cabeza al pensar en platos de Oriente Medio. Y es que, el hummus, se ha convertido ya en una alternativa más que habitual a la hora del aperitivo. Bondades le sobran, desde luego, para haberse hecho con el favor del paladar occidental: el sabor de este puré de garbanzos, servido en frío, resulta delicioso (entre sus ingredientes encontramos también limón, sal, aceite de oliva, y la insustituible tahina, sabrosa pasta hecha con semillas de sésamo). Además, la receta es realmente interesante a nivel nutricional (pura inyección de proteína vegetal, que además nos aporta todos los beneficios de las legumbres); es económica y su elaboración es realmente sencilla. Por si fuera poco, acepta mil y una variantes, sustituyendo los garbanzos por otros ingredientes.
Aprende a hacer hummus clásico y otras versiones más originales

BABA GANUSH
También la tahina es ingrediente de otras conocidas recetas de la cocina árabe y mediterránea. Es el caso del baba ganush, otra delicia perfecta para preparar un entrante o aperitivo de lo más sabroso. Se presenta igualmente en forma de ‘puré’ y aquí la protagonista es la berenjena asada. Eso sí, en la medida de lo posible, es preferible desmenuzarla con delicadeza a mano (no pasarla por un robot) porque la idea es que queden trocitos pequeños. En el momento de consumir este entrante se puede aliñar con un poco de aceite de oliva y añadir al final unas pepitas de granada. Se acompaña con pan de pita.

FALAFEL
Otra de las recetas más conocidas (y apreciadas) en Occidente llegadas de Medio Oriente es el falafel, que tanto nos recuerda en su aspecto externo a nuestras croquetas. La receta original tiene a los garbanzos como ingrediente principal (se remojan y se trituran, sin cocción), pero también hay países como Egipto donde se elabora principalmente con habas. También dependiendo de la zona, encontraremos falafel con distintas formas: bola redonda; más achatada tipo hamburguesa, mayor o menor tamaño… Normalmente, se puede tomar como entrante, acompañado de salsa de yogur y pan de pita, o también en bocadillo (también con este tipo de pan).

TABULÉ
Tabulé, tabbule, tabuleh... podrás verlo escrito de distintas formas, pero todas hacen referencia a lo mismo: esa ensalada, nacida en países como Líbano o Siria (pero extendida a prácticamente todo Oriente Medio y Magreb), tan sabrosa como refrescante. Con el bulgur como ingrediente base (muchas veces sustituido por cuscús), el tabulé incluye distintos productos en función del país, pero entre ellos no suele faltar aceite de oliva, perejil, limón, vegetales frescos como tomate y pepino –picados de forma pequeña- , hierbas aromáticas (cilantro, menta o hierbabuena…). Una opción perfecta para los días de más calor, tan rica como saludable.

ENSALADA MECHOUIA
Otra ensalada deliciosa, en este caso típica de la gastronomía tunecina. Su base con son las verduras (tomates, pimientos, cebollas…) asadas a la parrila o al horno, condimentadas con especias y un toque picante, gracias al uso de harissa. Normalmente, se acompaña con aceitunas, huevo duro y atún en conserva. Un plato muy nutritivo que puede funcionar perfectamente como plato único. No obstante, una vez preparada también podemos dar otras utilidades a esta ensalada, convirtiéndose a su vez en ingrediente para distintas recetas. He aquí un ejemplo:
Paso a paso: Tostas de ensalada mechouia

BAKLAVA
Este postre turco se prepara en muchos países de Oriente Medio, y cuenta con influencias claramente árabes. Así lo muestra el uso de frutos secos (normalmente pistachos, aunque hay otras alternativas con nueces, almendras…), que se trituran en una masa distribuida sobre masa filo y bañada con almíbar o miel. Dado que es extremandamente dulce se suele servir en porciones no muy grandes, que se suelen acompañar con una taza de té. Un dulce lleno de tradición que puede servir como base para la elaboración de otros postres. Aquí por ejemplo, le damos forma de rica tarta: