Alberto
A Alberto nadie le puede negar la tenacidad. Este exjugador de fútbol sala de 31 años ha insitido en entrar en el casting de MasterChef en varias ocasiones. Esta vez es la definitiva, puesto que el jurado le ha permitido ser uno de los 17 concursantes oficiales. Su vida cambió con un revés sentimental, por lo que se refugió en la cocina, una de sus grandes pasiones.
Se define como un ser extremadamente competitivo, que no suele trabajar en equipo. La convivencia dentro del resto de grupo es otra de las bases del reality, por lo que se posiciona como un concursante muy interesante de cara a seguir su trayectoria. Actualmente trabaja en gestión y organización de eventos deportivos en Barcelona.
Ana
Esta empresaria de 24 años ha alcanzado un gran éxito gracias a una firma de joyas que acumula más de 20.000 seguidores en sus perfiles sociales. Pero Ana viene a MasterChef con el objetivo de triunfar gracias a su cariño y respeto por la cocina tradicional, su verdadera arma para llevarse el premio.
Enamorada de su novio desde hace cuatro años, ambos esperan casarse más pronto que tarde. Su mayor defecto en la cocina es que no se considera perfeccionista, algo que sí valoran Pepe Rodríguez, Samantha Vallejo-Nágera y Jordi Cruz. ¿Cómo aprendió las técnicas necesarias para ser admitida en el programa? Probando todo lo que cocinaban las madres de sus amigas. Mejor máster imposible.
Andy
Andy tiene 26 años y es un fan absoluto de MasterChef, pero más concretamente de Tamara Falcó, flamante ganadora de la pasada edición Celebrity. Está dispuesto a dejar atrás su oficio, la abogacía, en favor de su verdadera pasión, la cocina. Se define como un ligón de los de antes, aunque está feliz con su pareja, con la que mantiene una relación desde hace cinco años.
Asegura tener un "sexto sentido con las personas" que podría convertirse en su principal base para triunfar en el concurso. Viene preparado y con ganas de dejar al jurado impresionado con sus dotes culinarias.
Fidel
"Nací a los seis meses y medio, me falta un hervor", así se convertía Fidel en la gran promesa de la octava edición de MasterChef. Este barcelonés de 26 años se ha destapado como una estrella gracias a su sentido del humor. Por ejemplo, anunciando a Samantha que se iba a tatuar el logo del programa en el vientre.
Culinariamente no tuvo mucho éxito, pero la confianza de Jordi Cruz le permite ser uno de los 17 elegidos como concursantes oficiales. Pepe Rodríguez, por su parte, le había dado un no rotundo por la pobre ejecución de su plato. Dice ser un fan de la comida mexicana e hindú.
Iván
Desde A Coruña llega Iván, un entrenador personal que quiere dejar atrás su trabajo para dedicarse de lleno a la cocina. De las artes culinarias lleva enamorado largos años y espera que MasterChef sea el camino ideal para poder conseguir reconducir su vida a su pasión.
Desde el programa se le define como "trabajador, seductor y con muchas ganas de aprender". ¿Logrará Iván aplicar sus conocimientos del deporte a una posible conquista en el concurso? De momento el gallego está convencido de sus capacidades para enamorar al público y al jurado con sus platos más atrevidos.
Adrianne
Tiene 34 años y nació en Bélgica, pero lleva 12 años en Andalucía, la tierra de la que se siente hija. Adrianne se presenta a MasterChef pese a que su trayectoria profesional está ligada al marketing. Tal y como ha relatado al programa, se enamoró de un hombre andaluz que acabó por abandonarla. Siendo este su momento más duro, la concursante sopesó regresar a su país natal.
Pero se dio cuenta de que el aceite de oliva corría por sus venas. Enamorada del flamenco, la música y la feria es su gran pasión, además se describe como competitiva. No es la primera concursante extranjera de la historia del talent culinario y apuesta fuerte por dar la talla y ser una favorita.
José Mari
A sus 46 años José Mari ha vivido multitud de situaciones en sus numerosos trabajos, pero ya está afincado en Mallorca. De carácter crítico, no le temblará el pulso si tiene que decir que ha hecho algo mal. Es profundamente religioso, acudiendo cada domingo a misa. Cocina todos los días, aunque su país favorito sea Reino Unido, que no es reconocido por su variedad gastronómica.
Se define como una persona atenta y colaboradora, que no duda en ayudar a los demás siempre que se le necesite. Junto a la cocina, su pasión es la música, de hecho tiene hasta un grupo propio.
Juana
Juana nació en un pueblo de Segovia y acude a MasterChef para tener la aventura de su vida. Su infancia no fue la más soñada, por lo que ahora aprovecha cada oportunidad para disfrutar como pueda. Una de sus debilidades es la de disfrazarse para pasárselo bien. Lleva toda la vida trabajando, pero también como una estupenda cocinera abierta a nuevos gustos. Enamorada de su marido, lo suyo es una historia de amor de película.
Actualmente vive en Madrid donde trabaja como conserje de una comunidad de vecinos, a los que cuida como si fueran de su propia familia. Una legión de fans que la apoyarán en su paso por el concurso.
Luna
Luna es una canaria afincada en Madrid que ha intentado en varias ocasiones convertir la cocina en su profesión. Es profesora de yoga, disciplina que considera un arte. Probó suerte con un canal de Youtube que no consiguió nada de éxito y en el que subía sus recetas de cocina. También ha intervenido como actriz en diferentes obras, aunque "no ha salido en muchas cosas".
Su sueño es lograr que MasterChef le permita abrir su propio negocio o poder escribir un libro. Promete dejar huella en esta octava edición aunque siempre con una sonrisa de oreja a oreja.
Michael
Nacido en Costa Rica, apenas tenía 12 años cuando viajó con su familia a Estados Unidos. Michael no guarda buen recuerdo del país americano, puesto que cree que no se valora a las personas como se debería. Así llegó a España, donde reside a sus 50 años enamorado de la vieja Europa.
Entiende la cocina como un amor, como una pasión para hacer disfrutar al resto. Por ello piensa que cocinar lo puede hacer cualquiera, pero ponerle cariño solo unos pocos. Maneja un gran registro de sabores para los paladares y su profesión es la de maestro de inglés.
Mónica
Un todoterreno venido desde Asturias. Mónica, mujer de 48 años, se dedica a la limpieza además de ser camarera. Pero tiene claro que todos la están infravalorando, puesto que la cocina es su verdadero don. Por ello se presenta al concurso con ganas de demostrar lo que vale, de hacer ver que todos se equivocan con ella. Respetuosa, alegre y amable, el programa advierte que si se llega a enfadar "no para".
En el aspecto sentimental está profundamente enamorada de su marido, con el que se casó hace 24 años. Admite que un defecto es que quizás es demasiado mandona en la cocina. ¿Cómo lo llevarán sus compañeros?
Rosa
Rosa es una de las concursantes que más están atrayendo al público desde que se conociera su fichaje en la gala inicial. Se trata de toda una Comandante del Ejército del Aire que ha tenido misiones de alto nivel desde Afganistán hasta Sicilia. Se metió en el ejército tras la muerte de su padre, militar, y no se arrepiente de nada.
Para ella, el concurso requiere virtudes que tiene: "compañerismo, trabajo bajo presión y entrega". Solo tiene un sueño frustrado, no haber podido ser una chica Almodóvar. Ahora, su misión es la de conquistar a la audiencia de MasterChef.
Sara Lua
Sara Lúa es de A Coruña y tiene 33 años. Es directora de una tienda de vestidos de novia, pero le encanta cocinar y quiere aprender mucho más en las cocinas de MasterChef. Se considera como una mujer competitiva y ambiciosa, cualidades que le hacen luchar por conseguir lo que quiere. Tiene una tremenda habilidad para vender cualquier cosa, es rápida, nerviosa, trabajadora y constante.
Está muy orgullosa de sus logros, no piensa casarse y asegura que la persona más importante de su vida es su madre, a quien quiere con locura. Su sueño era entrar en el programa porque se siente en una situación acomodada y cree que se le va a dar muy bien ponerse retos y luchar.
Saray
Saray es cordobesa, tiene 27 años y es educadora social. Su vida ha sido todo un reto y es una luchadora desde muy joven. Está orgullosa de ser mujer, transexual y gitana. Las cosas nunca han sido fáciles y siempre ha tenido que superar todos los baches que se le han puesto por delante por su libertad y por defender sus derechos. Ha atravesado situaciones personales muy duras en numerosas ocasiones, lo que le ha hecho crecer como persona, tener un carácter fuerte y las ideas muy claras.
A su familia al principio le costó asumir tantos cambios, pero ella supo sortear los problemas por ella misma y quiere ser un ejemplo de superación para todo el colectivo. Piensa que no se va a llevar bien con Samantha Vallejo-Nágera y asegura que los ojos de Jordi Cruz le van a poner nerviosa en muchas ocasiones.
Sonsoles
Sonsoles es burgalesa y tiene 43 años. En cuanto terminó su licenciatura en Farmacia empezó a trabajar, pero adora cocinar. A pesar de ir en silla de ruedas, es muy optimista y cree que siempre hay que sonreírle a la vida poniéndole ganas y fuerzas. Ha vivido en Barcelona y Madrid, ha viajado por todo el mundo y practicado esquí acuático y piragüismo.
Ha sufrido por amor, pero siempre logra superar todos los baches y retos que se le presentan. También es bloguera de viajes porque le encanta escribir sus aventuras por Argentina, Corea e Italia. Se considera una "loca de la vida" y eso le condujo a encontrar el amor en un viaje de 40 días al Sáhara. Se denomina como una chica con suerte, le está agradecida a la vida y asegura que entrar en el programa es una nueva experiencia que jamás olvidará.
Teresa
Se llama Teresa, tiene 56 años y es de Barcelona, aunque vive en Sabadell. Estudió Economía y tiene una gestoría desde hace 26 años en la que asegura que solo contrata a mujeres porque avanzan hacia sus objetivos sin que se les olvide nada. Además, es madre de cuatro hijos y desde muy joven ha luchado por su familia porque la vida no ha parado de darle problemas, los cuales le han reforzado como persona.
Desafortunada en el amor ha querido entrar en MasterChef para dar un cambio extremo en su vida y olvidarse de los fantasmas del pasado. El sueño de su vida es tener una casa enorme con un horno de leña muy grande para no parar de cocinar los platos que tanto le gusta realizar. El miembro del jurado con el que se identifica es Pepe Rodríguez porque le encanta su forma de comer y de disfrutar de la vida.
Sito
Sito es un madrileño de 38 años que trabaja como oficial en un tanatorio de la capital. Dice que su trabajo le ha cambiado la vida porque a diario ve situaciones de todo tipo. Vive en Fuenlabrada y su mayor pasión es la cocina. Nunca se había atrevido a dar el paso para dedicarse íntegramente a ella, así que espera que esta aventura le ayude a convertirse en un profesional. Le encanta hacer deporte y superar todo lo que se le ponga por delante. Si tiene un reto, cuanto más duro sea, más motivado se siente.
Ha tenido mucha suerte en el amor: está casado y tiene dos niñas. Se ha dado cuenta de que hay que tomarse la vida de forma positiva y que no hay que dar importancia a las cosas que no merecen la pena. Es riguroso, terco, y asegura que tiene un carácter muy fuerte cuando alguien cruza la línea. Desgraciadamente, fue el primer expulsado.