Raquel Sánchez Silva nos confiesa que come dulce el 95% de los días

Lo hace en el libro de repostería Emulsionar es mezclar con cariño, que acaba de salir del horno y que ha realizado en colaboración con la gran cocinera dulce Montse Abellà

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Libros de cocina y de postres se publican casi a diario. Pero este no es uno cualquiera. A través de él descubrimos a dos mujeres que, para hacerlo, han unido su pasión por la repostería para acercarla a las casas de una manera diferente. A pesar de que una se declare "muy, muy, muy golosa", Raquel Sánchez Silva -que afirma tomar dulces el 95% de los días pero solo en el desayuno-, y la otra -paradojas de la vida, la repostera Montse Abellà- "muy poco". Pero es que gracias a este libro, Emulsionar es mezclar con cariño, descubrimos que los postres han evolucionado mucho y que, en ocasiones, no necesitan ni siquiera el añadido de azúcar poque ya hay otros ingredientes que se la aportan de manera natural.

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Esta publicación tiene su origen en la época en la que la presentadora de televisión, nacida en Plasencia, iba a comenzar a prepararse para concursar en 'MasterChef Celebrity'... o quizás antes, cuando presentó en Cuatro 'Deja sitio para el postre', surgió la amistad con el maestro pastelero Paco Torreblanca -responsable de creaciones como la tarta que se sirvió en la boda entre nuestros reyes actuales, Don Felipe VI y Doña Letizia- y le pidió ayuda para que la formara. Pero el confinamiento por la pandemia lo impidió y él no tuvo dudas al recomendarle "la mejor, que es Montse Abellà".

Emulsionar es mezclar con cariño está planteado como un curso de repostería sin demasiadas complicaciones.

Este libro tiene mucho de curso de cocina

Después de aquella intensa experiencia entre ambas, la repostera catalana -que ha trabajado en la partida de postres de restaurantes de alta cocina- le propuso hacer este libro, editado por Cúpula, que es casi un curso de cocina, en el que las dos se lo han pasado bomba y les ha servido también para compartir confidencias y estrechar más su amistad. "Yo planteo 30 postres muy de mi estilo, de la repostería que yo hago que tiene mucho que ver con mis orígenes del campo, con muchas verduras, aceitunas, especias... con muchísima menos azúcar de lo normal y opciones más refrescantes y ligeras y las fuimos haciendo en mi cocina, en la de Raquel, por vídeo llamada...", nos cuenta Montse. "Y yo, por cada receta, le iba formulando todo tipo de preguntas, dudas sobre las recetas y también sobre técnicas de pastelería, cuestiones prácticas, curiosidades...", apunta Raquel.

Montse Abellà recibió, a los 28 años, el Prix au Chef Pâtissier 2019, unos prestigiosos galardones internacionales que reconocen la trayectoria de profesionales de la repostería.

A la periodista no solo no se quedaba nada en el tintero, sino que a veces, según la maestra "¡me hacía unas preguntitas que ni yo misma sabía cómo contestar. Raquel es una trabajadora incansable, muy exigente y un poco alocada". A lo que la alumna responde "ha sido muy intenso pero creo que al libro le venía bien que, en ese sentido, yo sea muy preguntona, insistente y algo pesada y necesito que todo me quede claro. La mayoría de las veces, los amantes de la cocina y de la pastelería se enfrentan en soledad a los libros de recetas pero, en su ejecución, siempre surgen dudas y estas son las respuestas que les faltan y que tienen que subsanar en el camino del ensayo-error".

Abellà, de formación cocinera, aunque confiesa que "en la repostería es cierto que hay que ser amigo de la balanza pero también ser conscientes de que nadie nace aprendido. Las cosas muchas veces hay que hacerlas y equivocarse. Yo siempre digo que todos mis postres son errores. La he liado parda primero pero de ahí me han salido cosas estupendas. Sí es cierto que la pastelería requiere atención y tiempo, necesita mucha organización, pero nos da opción a hacer muchas combinaciones y muchas creaciones nuevas a partir de algunas elaboraciones que ya conocemos. Puede ser muy divertido y relajante…".

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Algunas recetas

Les cuesta decantarse por algunas de las 30 recetas del libro. Una de las que más le gustan a Raquel, sobre todo para hacer, es "la sopa de chocolate, fruta de la pasión, avellanas, aceitunas y curry, que es un postre impresionante, porque además tiene ese toque de viajar, de mundo… que a mi me encanta porque he viajado mucho y lo de las especias, la aceituna… me lleva a muchos lugares. Me ha sorprendido mucho lo de trabajar con verduras, especias, etc, algo para mi desconocido".  Y esto es lo que más le ha gustado "me sorprende que son elaboraciones sencillas, como la del postre de zanahoria en granizado, lima, eneldo, avena y jengibre … que nunca se nos ocurriría, distinto y sorprendente y para mi es mejor del libro".

Raquel Sánchez Silva posee una larga trayectoria como presentadora y periodista y también es una gran aficionada a la cocina y a los postres.

La ex responsable del restaurante Santceloni -que desgraciadamente tuvo que cerrar por el Covid, pero ya nos anuncia que ella junto a su marido y cocinero Óscar Velasco abrirán un nuevo establecimiento en enero de 2023 en Madrid- se decanta por esos postres que no necesitan un extra de azúcar. "Yo me dosifico y solo suelo tomar dulce los fines de semana y los festivos y especialmente postres que no llevan azúcar añadida, no son empalagosos y son saludables. Algunos ejemplos son la ensalada de melón y albahaca, pimienta negra y cardamomo y los gajos de pera cocinados con regaliz, pimienta rosa y leche ahumada… que apenas contienen azúcar".

Bizcocho de aceite de oliva, crema de queso, manzana reineta y trufa negra es una de las recetas de Emulsionar es mezclar con cariño.

Una de las ventajas de esta publicación es que las elaboraciones de las recetas se pueden intercambiar, combinar de otras maneras y dar a luz nuevos postres. Esto lo compara Sánchez Silva con la moda "es como un traje, con chaqueta, su pantalón, su camisa y su cinturón. Un día te lo pones todo junto, pero otro puedes combinar la chaqueta con un vaquero o el pantalón con otra camisa, etc y tienes looks distintos. Es fascinante".

Y siempre sin olvidar que, siempre y cuando no se sufra ninguna patología, el dulce es un premio que refuerza nuestra salud emocional y, según las autoras, un postre aporta su dosis de felicidad.