"Mis padres viven justo encima del restaurante desde siempre. Por lo tanto, es su vida. El estado natural de mi madre es estar en la cocina”. Así nos lo contaba el año pasado el chef Joan Roca durante la presentación del libro ‘Cocina Madre’, cuyas páginas reúnen algunas de las recetas que desde hace más de 50 años se cocinan en ‘Can Roca’.
Fue en 1967 cuando Montserrat Fontané y Josep Roca (padre) decidieron abrir esta pequeña casa de comidas en las afueras de Girona, en el barrio de Taialà. Un restaurante modesto que desde entonces hasta hoy día no ha dejado de ofrecer a los vecinos de la zona su cocina tradicional y asequible. Incluso cuando sus tres hijos, Joan, Josep y Jordi habían alcanzado ya todas las cotas de éxito imaginales en el panorama gastro con su propio restaurante El Celler de Can Roca (ubicado hoy a escasos 200 metros de Can Roca), Montserrat nunca se planteó cerrar su establecimiento".
"Nosotros hemos intentado varias veces que mi madre se jubile, pero no quiere. Ahora ella no está toda la jornada pero le gusta estar en los servicios, probar las cazuelas, poner en marcha los guisos”, nos contaba también Joan en relación a pasión de su madre por su oficio. Poco imaginaban ambos, hace menos de un año, que hoy las cosas serían tan diferentes. Y es que la crisis sanitaria del Covid está obligando a reinventarse a todo el sector, en la búsqueda de nuevos formatos (esta misma semana os contábamos, por ejemplo, cómo David Muñoz ha extendido su servicio ‘delivery’ a Barcelona).
Pocas semanas después de que irrumpiera la pandemia, los Roca comenzaron a idear alternativas para sus líneas de negocio: además de El Celler de Can Roca (cerrado desde el pasado 15 de octubre, como toda la hostelería catalana según orden de la Generalitat), la familia también dirige un espacio de eventos (Espai Mas Marroch) que decidieron reconvertir en restaurante; el hotel Casa Cacao; y las heladerías Rocambolesc, con sede en Girona, Alicante, Madrid y Barcelona, cuyo servicio de venta online a través de la web se ha visto reforzado.
Esta semana es el bar restaurante de los padres de los Roca el que, en este contexto tan complicado y ante la imposibilidad de abrir sus puertas, ha implementado un nuevo formato ‘take away’.
Así, su famoso menú del día (basado en platos ligados a los sabores tradicionales de la cocina catalana) podrá recogerse para disfrutarlo en el domicilio, sin necesidad además de reserva previa, por un precio de 12 euros. Para conocer los platos propuestos que conforman este menú diario, los clientes pueden asomarse a la recién estrenada cuenta de Instagram del restaurante. (@can_roca_de_tota_la_vida).
En él se ofrecen tres primeros a elegir (4 euros); tres segundos (5 euros); y dos o tres postres (3 euros). No obstante, no es necesario adquirir el menú íntegro sino que también se pueden encargar platos sueltos. Fideuà, salmón al pesto, berenjenas rellenas, manzanas al horno… son algunas de las recetas de los menús que ya han podido recogerse para llevar. Seguro que en los próximos días llegarán también clásicos de la casa como sus famosos canelones, el arroz a la cazuela, los calamares a la romana, la crema catalana… Sin duda, una magnífica alternativa para saborear la versión más asequible y popular de la familia Roca. Y es que, amigos de la mesa y el matel, ¡esto sí que es comfort food, pero de la de verdad! Ojalá pronto un servicio delivery…