Un buen vino para celebrar 50 años

La bodega riojana relanza Olarra Gran Reserva 2011 para el que se han recuperado procedimientos de elaboración de los años 70, época dorada de los vinos de Rioja

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Fundada en Logroño en el año 1973 con un edificio de arquitectura singular que está pensado por y para el vino, Bodegas Olarra, que elabora tintos, blancos y rosados, es una de las más emblemáticas de la Denominación de Origen Calificada Rioja. La bodega riojana, conocida popularmente como 'la Catedral del Rioja' obra del arquitecto Juan Antonio Ridruejo en 1973, está pensado por y para el vino. Posee una planta en forma de 'y' que alberga una sala espectacular de 27.000 barricas coronada por más de cien cúpulas de forma hexagonal.

Ahora relanza la marca Olarra coincidiendo coincidiendo con los 50 años que se cumplen de la elaboración de su primer vino. Y lo hace a través de su Gran Reserva 2011 elaborado según los mismos procedimientos de los años 70, una de las épocas doradas de los vinos riojanos. Se trata de una edición limitada de 12.385 botellas en las que desde el viñedo hasta la crianza en bodega, se han seguido los pasos tradicionales de ese origen "donde las formas de hacer no se medían por el tiempo empleado sino por las ganas de crear vinos únicos", apuntan desde la bodega.

Su uva procede de la excelente cosecha de 2011, de la selección de viñedo que, año tras año, había venido demostrando un comportamiento muy contrastado. En sus viñas viejas, plantadas sobre suelos pobres de producción moderada y muy regular, se encontraban entreveradas distintas variedades de uva como tempranillo, mazuelo, garnacha y viura, entre otras, ya que en esa década se acostumbraba a realizar la mezcla ya en la viña en lugar de hacerlo en la bodega.

Es un vino tinto de corte clásico, de larga crianza, con una excelente acidez y mínima extracción, capaz de mejorar y potenciar todas sus cualidades durante décadas en botella.