Las lágrimas de Pepe Rodríguez en el primer programa de 'MasterChef' tras la cuarentena

El presentador se emocionó con el encuentro de los concursantes y sus familias

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La televisión ha seguido su curso a pesar de la crisis sanitaria como consecuencia de la COVID-19. En los directos se ha recurrido a las conexiones por vídeollamada, los reality han improvisado nuevos formatos –como sucedió en la fase final de Supervivientes- y se han emitido los programas grabados antes de que se decretase el estado de alarma hasta que, poco a poco, se está volviendo a la normalidad. Es el caso de MasterChef, que anoche emitió su primer programa tras el aislamiento. Una gala singular y muy emotiva, pues ha mostrado cómo ha sido el reencuentro de los concursantes con sus familiares y seres queridos.

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La cuarentena sorprendió a los ocho aspirantes que aún optan a convertirse en ganadores de la edición dentro de las cocinas y se han visto obligados a convivir en una casa durante todo este tiempo. Sin grabaciones y alejados de sus familias, han pasado más de dos meses en estrecha convivencia, que anoche relataban en el primer capítulo post-covid grabado a finales de abril. "Estoy divinamente, hemos formado una familia", ha reconocido Juani a los jueces nada más arrancar el programa. Iván ha dirigido unos entrenamientos a los que "se han enganchado unos más que otros" y Ana ha asegurado que han practicado técnicas de cocina. Sin embargo, también han sido duras estas semanas y así lo aseguraba Michael, que ha echado mucho de menos a su marido. También Alberto y Luna se emocionaban, pero no eran los únicos.

Samantha Valejo-Nágera, Pepe Rodríguez y Jordi Cruz daban paso a los encargados de valorar el primer reto de la noche, que no eran otros que los familiares de los concursantes. Uno a uno fueron entrando mientras los aprendices se quedaban en shock y brotaban las lágrimas y la frustración a partes iguales por no poder acercarse a ellos, besarlos y abrazarlos. Pese a que hacía esfuerzos por mantener la compostura y no venirse abajo, el chef de El Bohío no ha podido contener la emoción y la cámara ha captado como sus ojos se humedecían por el conmovedor momento que se estaba viviendo en las cocinas de MasterChef.

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Mantener la distancia de seguridad ha sido duro para los ocho concursantes, que se han cargado de energía y fuerza para afrontar los nuevos desafíos que están por venir a partir de ahora. Sin embargo, todo cambiará en la dinámica del espacio televisivo. Los jueces estarán separados, guardando el distanciamiento estipulado y ocupando todo el estrado. Una medida que se extiende a las diferentes pruebas, con especial atención a las de exteriores, en las que los grupos suelen estar muy juntos. A partir de ahora se dispondrá una mayor superficie de trabajo para asegurar las medidas de protección. No parece que vayan a llevar mascarillas pero sí se ha podido comprobar como los nuevos retos los cocinarán con guantes.