Doble expulsión en 'MasterChef': Adrienne se olvida del ingrediente y Mónica hace un plato incomible

El jurado ha tomado una difícil decisión que ha sorprendido a todos los concursantes del 'talent' de TVE

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Samantha, Pepe y Jordi quieren saber más sobre los aspirantes de esta nueva edición de MasterChef 8. Los 17 participantes han tenido la oportunidad de retratarse en el primer reto del concurso: han jugado con la policromía para elaborar en 90 minutos un plato que hablara de ellos y que les definiera. Con pimentón dulce, polvo de espinaca, cúrcuma, tinta de calamar, cacao o zanahoria en polvo han dado color a alimentos blancos como queso, bacalao, coliflor, leche o peras. Además, Tamara Falcó, ganadora de la última edición de MasterChef Celebrity, les ha animado mientras todos cocinaban. Uno a uno han presentado sus emplatados al jurado y algunos de ellos como Andy, Iván, Saray, Luna o Fidel ni siquiera han salido airosos de este reto. "Si estos platos os definen, no os quiero conocer", dijo Cruz sorprendido. "Son infantiles y demasiado pretenciosos", añadía Vallejo-Nágera. Los mejores de esta prueba han sido Alberto, Ana, Rosa y Adrienne, aunque estás dos últimas han sido las que más han destacado. 

Después han ido hasta Málaga para conocer uno de los pueblos con más encanto de la Costa del Sol: Frigiliana, municipio con la única fábrica de miel de caña de Europa. Otra de las grandes riquezas gastronómicas de la zona es el aguacate, un superalimento que ha conquistado los campos de cultivo y las cocinas de todo el mundo. Divididos en dos equipos capitaneados por Rosa y Adrienne, han tenido que realizar un menú con productos de la tierra, avalados por el sello de calidad Sabor a Málaga, y que han servido en un buffet para 100 comensales. El chef Benito Gómez, con dos estrellas Michelin, ha supervisado el cocinado para que todo saliera a pedir de boca, mientras Samantha ha sorprendido a todos llegando en mula. Pepe ha estado ayudando al grupo rojo y Jordi, al azul para que los platos salieran a su debido tiempo y, aunque se han organizado bastante bien, finalmente el capiteando por Adrienne ha sido el peor valorado por acabar más tarde de lo debido y por un servicio demasiado lento. "Vais los ocho a la prueba de eliminación. Todo estaba malo y mal servido. Innumerables fallos y no hay ni un solo comentario positivo de los comensales", han señalado los jueces, algo con lo que Iván no estaba de acuerdo, lo que ha provocado su réplica, muy enfadado, poniendo en duda la valoración. 

Así, Michael, Luna, Adrienne, Saray, Iván, Alberto, José Mari y Mónica han tenido que enfrentarse al reto de expulsión. La tensión en el equipo ha sido muy elevada y Saray se ha acabado denominando como "un bicho", ya que no ha parado ni un segundo de faltar el respeto a alguno de sus compañeros y al jurado del programa. En esta prueba final, el chef Ángel León, con tres estrellas Michelin, ha demostrado que las vísceras de los pescados tienen un gran potencial en la cocina. El mejor del primer reto de la noche que ha sido Alberto ha decidido con qué parte debían cocinar los delantales negros. Hígado de rape, cabeza de atún, tripas de bacalao, piel de rape, ojos, mero, escamas de salmonete o espina de boquerón han sido algunos de los productos con los que han tenido que trabajar. Andy, Fidel y Ana han quitado minutos a algunos de sus compañeros para dárselos a otros, perjudicando a Iván, Michael y Alberto. A Adrienne se le ha olvidado coger su ingrediente principal por un malentendido con Mónica y ha cocinado otro plato intentando salvar la prueba. "En otras ediciones les ha pasado lo mismo y se han acabado yendo", decía Sonsoles. Finalmente, tras una dura decisión llegaba la sorprendente expulsión doble: Adrienne, por no haber tenido su ingrediente, y Mónica, por haber cocinado un plato "incomible".