5 ensaladas diferentes para 5 'hojas verdes' de temporada

Febrero puede convertirse en un mes para llenar tus platos de verde, si tenemos en cuenta que la escarola, las coles de Bruselas o las espinacas están en uno de sus mejores momentos

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Es invierno, sí; pero no por eso debemos olvidarnos de disfrutar de una buena ensalada. Las verduras, en general, no pueden faltar en nuestros hábitos diarios de alimentación y las ensaladas suelen llevarlas como base. Son una fuente importante de hierro, que nos ayuda a prevenir la anemia y el cansancio, ricas en fibra y vitaminas B1, B2 y B3, que ayudan al correcto funcionamiento del cerebro. Si sabes con qué combinarlas, son una opción muy nutritiva y se adaptan a la perfección a cualquier menú, ya sea como plato único, entrante o guarnición. Además, puedes servirlas frías, templadas o añadir algo de lechuga a tus caldos para cenar. Este mes, la lechuga romana más común comparte temporada con hojas más crujientes como las espinacas o más contundentes como las coles de Bruselas. Te damos cinco ideas diferentes para que las pruebes todas.

LECHUGA ROMANA

Es, quizás, la más común de todas y la que solemos conocer, simplemente, con el nombre de lechuga. Sus hojas son alargadas y crujientes, teniendo un color más intenso en el exterior. Su sabor es un poco amargo, por lo que es bueno aliñarla con una vinagreta original y combinarla con otro tipo de lechuga. Es perfecta para cualquier ensalada y, ahora en invierno, para echarla en nuestras sopas más calentitas.

Ingredientes: lechuga romana (cantidad al gusto), 1 naranja pelada y cortada en rodajas, 1 aguacate maduro en trozos y ½ granada. Para el aliño, te proponemos una vinagreta de miel con aceite de oliva virgen extra, un poco de aceto balsámico, 1 cdta. de mostaza de Dijon, 1 diente de ajo muy picado, sal y pimienta.

ENDIBIAS

Algo más amargas que la lechuga, se cultivan protegidas de la luz, por lo que su color es blanco y amarillento. Gracias a su forma, lo mejor es rellenarlas, pero también puedes cocerlas, asarlas, servirlas a la brasa o, incluso, fritas con un poco de aceite de oliva virgen extra, sirviéndolas como si fuesen espárragos. Eso sí, para disminuir su amargor, lo mejor es lavarlas con agua fría y dejarlas secar sobre un papel de cocina.

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COLES DE BRUSELAS

Con una forma globular que nos recuerda a pequeños repollos, el invierno es la mejor temporada para estas verduras. Aunque sí es cierto que pierden parte de sus nutrientes al cocinarse, la mejor forma de consumirlos es cocidas, guisadas o en menestra. Además, pueden ser la base de una rica ensalada templada para estas semanas.

Ingredientes: coles de Bruselas (cantidad al gusto), 1 zanahoria, ½ pimiento rojo, ½ aguacate, hierbas provenzales y un poco de aceite de oliva virgen extra.

Preparación: tan solo tendrás que cocer las coles de Bruselas y la zanahoria durante 10 minutos y unirlas a una sartén con un poco de aceite de oliva virgen extra, junto al pimiento rojo y a unos trozos de aguacate para rehogarlas. Espolvorea un poco de hierbas provenzales antes de servirlas.

ESPINACAS

Su textura es mucho más suave que la de sus compañeras, son más ligeras y carnosas. Además, son hojas que cogen muy bien el aliño (por lo que es mejor hacerlo justo en el momento de servirla) y combina muy bien con todo tipo de quesos, productos ahumados y marinados como el salmón, mariscos y frutas.

Ingredientes: espinacas (cantidad al gusto), un puñado de frambuesas deshidratadas, 1 puñado de nueces troceadas, una taza de quinoa cocida y 200 g de queso fresco. Para aliñarla, bastará con un poco de sal, pimienta, vinagre y aceite de oliva virgen extra.

ESCAROLA

Por último, la escarola es una de las hojas más comunes del invierno, con sus hojas dentadas y gruesas. Su sabor es poco amargo, pero puede resultar algo picante. Es muy vistosa, resistente y no coge bien el aliño; por eso, acompáñala siempre de una vinagreta bien densa.

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