¿Te gustan las setas?, ¿te gusta viajar? Si es así, ¡no te pierdas esta escapada 'gastro'!

Hoy os proponemos un plan absolutamente irresistible para los amantes de las setas. Nos desplazamos hasta Pradejón, en La Rioja. Gracias a su ruta de 'fungiturismo' (término que fusiona los conceptos de turismo y micología) aprenderás cómo se cultivan y recolectan algunos de los hongos más conocidos, podrás catarlos en crudo o degustar deliciosos menús 'seteros' con las recetas más originales… ¡incluso a la hora del postre!

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¿Sabías que de cada 100 kilos de champiñón que se produce en el mundo, 3,5 kilos salen de La Rioja? Es la primera región productora de champiñón de España y en Pradejón han creado el Centro de Interpretación del Champiñón del que parte una interesante ruta de Fungiturismo para aprenderlo todo sobre el mundo de los hongos, con degustación incluida.

Pradejón es un pequeño pueblo de La Rioja Baja, a tan solo 42 km de Logroño, conocido como la capital nacional del champiñón. Y no es una exageración, ya que junto a otros municipios de la zona (Autol, Quel, Ausejo y Calahorra), mantienen el liderazgo en la producción de champiñones en España. No es extraño, por tanto, que sus vecinos, los pradejoneros, quieran exaltar este 'tesoro' en una gran feria, Fungitur, que cada año (del 5 al 7 de mayo) consigue atraer a cientos de visitantes para conocer de cerca el cultivo de las setas… y degustarlas de mil maneras. Pradejón cuenta con un Centro de Interpretación del Champiñón, un lugar imprescindible para conocer la historia de este cultivo y todos los detalles de su producto estrella. Nada más entrar, hay que fijarse en las paredes: están hechas con los paquetes de compost donde nacen las setas. A través de paneles y pantallas iremos entrando, de una manera muy didáctica y divertida, en el mundo 'fungi'.

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El origen de este cultivo, nos cuenta Javier Honorato, su responsable, hay que buscarlo en los años 40-50 del siglo pasado y está muy relacionado con el vino: se le conoce como 'la maldición del champiñón'. Los cultivadores de champiñón de Logroño (donde empezó este cultivo que llegó de Francia), fueron buscando en La Rioja Baja cuevas donde cosechar champiñones, porque sus cuevas y sótanos estaban infectadas y la producción se estaba reduciendo. Y encontraron estas 'bodeguillas' de Pradejón, que antes utilizaban las familias para hacer su vino y que fueron dejando en desuso al aparecer las cooperativas. En la actualidad, Pradejón cuenta con casi medio millar de bodegas y del cultivo del champiñón y de la seta de ostra (fundamentalmente) viven unas 150 familias.

A lo largo de la visita al Centro de Interpretación del Champiñón, que dura casi dos horas, habrá una explicación sencilla del hongo, sus partes (el hongo es la parte que está bajo tierra y la seta la que sale, es el 'fruto' del hongo), cómo se alimenta y se reproduce y podremos ver muy de cerca un micelio (la raíz del champiñón, formado por filamentos o hifas), con la ayuda de un microscopio. Un vídeo nos muestra qué ocurre cuando se aplica calor al hongo: “ya no hay quien lo pare”, advierte Javier, “crece 3 mm. a la hora”. La visita termina con una cata de las distintas setas, con recetas que vamos a encontrar en los dos recetarios que nos entregan al final.

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Un día de 'fungiturismo'

En Pradejón han inventado el 'fungiturismo' ya que, además de conocer su Centro de Interpretación, la jornada continúa con la visita a una champiñonera familiar con producción en cultivos tradicionales. Entramos en una bodega construida imitando las antiguas y preparada con las condiciones de humedad y calor necesarios para que los champiñones crezcan en su ambiente. Si atendemos bien las indicaciones de nuestro guía podemos convertirnos en champiñoneros por un día y recolectar nuestro propio champiñón: sólo hay que 'agarrar, girar y sacar'. Después le daremos un bocado en crudo para captar así todos sus sabores y aromas.

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Además de champiñones, en La Rioja se cultivan setas: unas 5.000 toneladas de setas de ostra al año, lo que supone el 10% de la producción riojana de hongos. Visitamos también una bodega familiar especializada en el cultivo de seta de ostra. Conoceremos todas las fases de su cultivo y localizaremos las esporas que ésta va acumulando entre los paquetes. También veremos cómo se lleva a cabo el exótico cultivo de las dos variedades asiáticas que se comercializan en España: la shiitake y la eryngii o 'falso boletus'. Además, aquellos que lo deseen podrán catar en crudo la shiitake, captando los toques picantes de su intenso sabor.

Menús 'seteros', del aperitivo al postre

En los bares de Pradejón las setas son 'protagonistas habituales', incluso hay establecimientos como, por ejemplo, el Hostal Restaurante Chandro, (con Adela Chandro al frente de la cocina), donde ofrecen 'Menús fungis' donde conviven platos clásicos con otros más creativos como su Canelón de Pedro Ximénez con paté de setas hasta ocurrentes y dulces postres, como la Panna cotta de champiñones al cardamomo.

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Un buen recuerdo es llevarse unas galletitas en forma de champiñón que incluyen el hongo en su receta dulce, y que elaboran en la Pastelería Marta, donde otras de sus especialidades son las trenzas y las tejas. Aprovecha también para comprar conservas de Juker, tanto saladas como dulces, que preparan con champiñones y setas recién cogidas y también mermeladas con frutas de la zona.