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Caramelo

Caramelo líquido casero.

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Clásica receta de caramelo que en proporción de la cantidad de agua que echemos podemos hacerla más o menos líquida. Ideal para usar en postres como flan, natillas, arroz con leche, helado... Ten mucha preocupación al manipular el caramelo caliente, sus quemaduras -junto a las de aceite- pueden llegar a ser de las más graves dentro de la cocina.

  • 200 g de Azúcar blanca
  • 2 cs de Zumo de limón
  • 120 ml de Agua
  1. 1.

    Calentamos el agua.

  2. 2.

    En un un cazo de base gruesa echamos el azúcar, el zumo de limón y 2 cucharadas soperas de agua. Lo ponemos a fuego medio.

  3. 3.

    Cuando comience a coger un color rubio dorado, añadimos el agua caliente, cucharada a cucharada, removiendo bien cada vez y teniendo mucho cuidado con el vapor que suelta, porque puede quemar.


  4. 4.

    Cuando hayamos añadido todo el agua caliente, continuamos removiendo con cuidado unos segundos y retiramos del fuego.

  5. 5.

    Dejamos enfriar antes de usarlo para evitar quemaduras.

  6. 6.

    Si a la hora de usarlo está demasiado espeso, podemos añadir unas cucharaditas de agua muy caliente, de una en una, hasta obtener la textura deseada.
ALGUNOS USOS
  1. 1.

    Para el fondo de las flaneras o de las tartas tatin. También para decorar con unos hilos de caramelo tartas, frutas preparadas o peras al vino. Consejo: Para evitar quemaduras, protégete las manos con guantes de cocina. Este caramelo puede guardarse en el frigorífico en un frasco hermético sin endurecerse.