Si bien es cierto que cada fruto del bosque (moras, frambuesas, arándanos…) cuenta con su propia composición, también lo es que, de forma genérica, proporcionan ventajas similares a nivel nutritivo: son muy ricos en fibra y en vitaminas (especialmente en vitamina C, potente agente antinfecciones); también son buena fuente de ácido fólico (nos ayuda a prevenir la anemia); tienen una gran poder antioxidante, capaz de ayudarnos a evitar el envejecimiento celular prematuro; y además, son muy poco calóricos de modo que, consumidos al natural, resultan excelentes ‘aliados’ en dietas para perder peso.
Pero no todo son parabienes únicamente en el terreno nutricional; en lo gastronómico estos pequeños frutos (que crecen de forma silvestre en la naturaleza, aunque también se pueden cultivar) nos ofrecen una gran versatilidad culinaria, especialmente en el apartado de la repostería. Así, suelen ser ingrediente de mermeladas y jaleas, compotas, pasteles, bizcochos, tartas… A continuación os mostramos cinco recetas que dan buena muestra de todas esas posiblidades gastronómicas que estos frutos nos ofrecen a la hora del postre (para acceder al modo de elaboración tan solo tienes que pulsar aquí debajo sobre las imágenes).
Postre de moras con queso 'camembert'
Tarta de queso con arándanos negros
Helado de vainilla con salsa de frutos del bosque
Pastel de arándanos rojos y lima
Pudin de frutos rojos