Al igual que ocurre con otros productos como las castañas, las setas, las uvas… el otoño es también una de las mejores épocas del año para disfrutar del sabor de la calabaza. Un fruto que, además de contar con unas propiedades nutritivas realmente interesantes (aporta fibra y pocas calorías, por lo que, según cómo se cocine resulta ideal para su inclusión en regímenes de adelgazamiento), cuenta con numerables posibilidades culinarias. Y es que su pulpa de sabor dulzón hace que sea igualmente adecuada para recetas de repostería (tartas, bizcochos…), así como para platos salados. En crema o sopa resulta, por ejemplo, muy sabrosa. También funciona muy bien como guarnición para platos de carne, como ingrediente para recetas de pasta… Aquí debajo te ofrecemos algunos ejemplos de esa versatilidad culinaria:
Crema de calabaza con salmón
Sopa de calabaza, zanahoria y ternera picante
Pasta con calabaza y nueces
Cordero con calabaza asada
Bizcocho de calabaza