Freír alimentos: ¿tan fácil como parece?

Te damos algunos consejos básicos y muy prácticos para obtener los mejores resultados

Por hola.com

Tal y como ocurre con otras técnicas culinarias (hacer mayonesa casera, preparar claras a punto de nieve, montar nata para un postre...), el hecho de freír alimentos en principio parece no entrañar demasiadas dificultades, incluso para el cocinero más inexperto. Sin embargo, también requiere sus pequeños trucos si queremos obtener los mejores resultados. Y es que no tiene nada que ver un producto bien frito y crujiente, con otro demasiado aceitoso o requemado. Si no quieres que esto último te ocurra no pierdas de vista estos prácticos consejos:

  • A la hora de elegir el aceite, opta por aquellos que resisten mejor las altas temperaturas.
  • Utiliza una sartén profunda y de base gruesa. Añade abundante aceite en frío, dejando suficiente margen para que no rebose la fritura.
  • Seca el alimento con papel absorbente o rebózalo en harina para eliminar el agua. También se puede colocar 30 minutos sobre una rejilla para que se seque.
  • Calentar el aceite a fuego medio. La temperatura idónea oscila entre 180 y 190ºC. Si no dispones de termómetro, el aceite estará listo cuando un trocito de pan se dore en 60 segundos.
  • No llenes la sartén. Añade los alimentos con cuidado. Estarán hechos cuando se doren. Retirarlos con una espumadera y escúrrelos sobre papel absorbente.
  • Reserva los fritos en el horno a 100ºC a medida que se va haciendo el resto.
  • No reutilizar el aceite de freír. Cuando el aceite ha comenzado a desintegrarse por el calor, aparecen compuestos perjudiciales.

¿Tienes algún truco para freír los alimentos? Cuéntanoslo en nuestros Foros de Cocina.