Parece sencillo. Pero en realidad entraña su pequeña parte de técnica. Y es que para freír un alimento y que quede bien crujiente y sabroso no es suficiente con introducirlo en aceite y dejar que se haga. ¿Quieres conocer algunas reglas de oro para conseguir una buena fritura? Pues no pierdas detalle de los siguientes consejos:
- Utiliza, siempre que se pueda, aceite de oliva limpio y sin reutilizar. El exceso de utilizaciones crea en la grasa elementos nocivos para la salud.
- No sumerjas los alimentos en el aceite hasta que éste se encuentre a la temperatura adecuada. Si el aceite está demasiado frío, los alimentos se empaparán hasta su centro en él y no quedarían crujientes. La inmersión en el aceite muy caliente crea una costrita externa que evita que el aceite penetre hacia el interior y que el vapor de agua salga al exterior, con lo que quedan crujientes y jugosos.
- Introduce siempre los alimentos lo más secos posible.
- Cuando tengamos grandes cantidades de alimentos a freír, debemos resistir la tentación de echar muchos a la vez. Esto provocará la rápida caída de la temperatura del aceite y la inadecuada fritura.
- Siempre que sea posible, los alimentos deben quedar completamente sumergidos en el aceite durante su fritura.
- Determinados alimentos ricos en agua, como los pescados, deben ser recubiertos de una película de harina y, si se quiere, huevo y pan rallado; si no, el vapor de agua ocasionaría que no se pudieran dorar y freír adecuadamente. Como norma general, determinados alimentos como el pescadito, croquetas o patatas fritas (cuando queremos que éstas sean crujientes), deben freírse a temperaturas próximas a 180º C. Otros alimentos con mayor contenido acuoso (verduras, pimientos, pescados enharinados, rebozados o empanados) deben freírse a una temperatura ligeramente menos elevada (alrededor de 160º C). Temperaturas más bajas deben emplearse para determinados alimentos que por su grosor tardarán más tiempo en cocinarse o que requieren de una fritura más lenta, éstos se cocinarán a 140ºC.
- Para saber si el aceite está caliente, se puede echar una miga de pan o, si nos gusta el sabor, un diente de ajo entero.
- Si nos cae agua en el aceite y empieza a 'chisporrotear', echamos un poquito de sal que absorberá el agua.
¿Tienes algún truco para que los fritos queden crujientes por fuera y jugosos por dentro? Participa en nuestro Foro de cocina.