El praliné es un caramelo al que se añaden frutos secos antes de que solidifique. Se pueden añadir almendras (enteras, fileteadas, partidas en pedacitos menudos, tostadas...). También avellanas, pistachos, nueces, trozos de barquillo, etc. Estos frutos secos se mezclan con el caramelo que prepararemos del siguiente modo:
- Pon 250 gramos de azúcar y 225 gramos de agua a hervir en un cazo (las cantidades serán mayores de forma proporcional en función de la cantidad de caramelo que queramos hacer) hasta que la mezcla adquiera un tono dorado bonito.
- Ten en cuenta que si la mezcla toma un color demasiado oscuro, amargará.
- Antes de que el caramelo se haga sólido echaremos los frutos secos para conseguir el praliné.
- Retiramos del fuego y extendemos la mezcla obtenida en una bandeja de horno con un papel sulfurizado (para evitar que se pegue).
- Una vez frío, podemos trocear el praliné y, o bien consumirlo tal cual, o bien utilizarlo como alternativa para decorar los más variados postres. Esta ‘mousse de arroz con leche con praliné’ que te proponemos es un buen ejemplo. (pulsa sobre el nombre de la receta para acceder a ella).
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