Seguramente sea una de las tartas más recurrentes en el recetario casero. Y no es de extrañar, porque admite una gran variedad de ingredientes y se puede preparar con o sin horno. Si a ello se une su sabor y la sencillez de elaboración, puede decirse que tenemos el postre perfecto.
- 18 ud de Galletas Digestive
- 450 g de Queso crema
- 150 g de Mantequilla
- 220 ml de Nata para montar
- 4 ud de Huevos
- 75 g de Azúcar blanca
- 20 g de Ralladura de limón
- Frutos rojos para decorar
-
1.
Prepara la base mezclando en un bol la mantequilla con las galletas machacadas y la ralladura de limón.
-
2.
Cuando tengas la mezcla, cubre la parte de abajo del molde en el que vayas a hacer la tarta, subiendo un poco por los bordes para que tenga más relieve.
-
3.
Al terminar la base, mete el molde en la nevera para que se endurezca con el frío.
-
4.
Precalienta el horno a 190ºC.
-
5.
Bate con unas varillas las yemas de los huevos con el azúcar hasta que blanqueen.
-
6.
Monta ligeramente las claras e incorpóralas a la mezcla anterior.
-
7.
Añade también la nata líquida y el queso crema y mezcla todo bien con varilla hasta que se deshagan los grumos.
-
8.
Saca el molde de la nevera y vierte en él la mezcla anterior.
-
9.
Mete el molde en el horno y hornea a 170ºC durante 50 minutos aproximadamente.
-
10.
Cuando esté listo, apaga el horno y deja que la tarta se enfríe (primero dentro del horno y después en la nevera).
-
1.
Una vez que esté fría, decórala con fresa, frambuesa y/o arándano. También puedes ponerle una capa de mermelada.
Más recetas de
POSTRES:
Últimas recetas: