Amanda Seyfried es uno de los rostros más prometedores de Hollywood. Con tan solo 30 años, la actriz cuenta con una sólida trayectoria profesional tanto en cine como en televisión. Sin embargo, su vida no solo está llena de éxitos. Lleva más de una década teniendo que lidiar contra una enfermedad mental.
La intérprete estadounidense ha reconocido en la revista Allure que sufre un trastorno obsesivo-compulsivo desde que tenía 19 años. Los últimos once años ha recibido medicación y ahora señala que continúa medicándose, pero con una dosis más baja, aún sí, no ve el punto de conseguir seguir adelante sin esta. “Estoy tomando Lexapro y nunca podré dejarlo”, ha afirmado. “Se trate de un placebo o no, no quiero correr el riesgo”, ha añadido.
Asimismo, asegura que al tratarse de una enfermedad mental muchas personas la consideran distinta a otras enfermedades y la actriz no cree que debería ser así. En su opinión, esta debería ser tratada con la misma “seriedad” que otras. “Una enfermedad mental es una cosa que la gente incluye en una categoría diferente, pero no creo que así sea”, afirma.
Este trastorno obsesivo-compulsivo le hizo pensar que podría tener un tumor en el cerebro. Fue entonces cuando decidió acudir al médico, le realizaron una resonancia magnética y el neurólogo la derivó a un psiquiatra. Finalmente, fue diagnosticada con este trastorno de ansiedad que se caracteriza por el temor, la preocupación, los pensamientos recurrentes y las conductas repetitivas. La actriz confirma que con el tiempo, los pensamientos y los temores compulsivos han disminuido. “El hecho de saber que mis miedos no tienen una base real ayuda, de verdad", añade.
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No es el único rostro conocido que padece esta enfermedad mental. Hace diez años, David Beckham confesaba que sufría este mismo trastorno. "Tengo trastorno obsesivo-compulsivo y todo debe estar ordenado en línea recta y siempre deben ser pares", aseguró durante una entrevista en la televisión británica ITV. "Cuando meto los refrescos en la nevera, deben ser números pares, si son impares quito uno y lo meto en un armario distinto. Si voy a un hotel, antes de relajarme, tengo que poner todos los panfletos y los libros que haya en la habitación dentro de un cajón. Todo debe estar impecable”, contó el exfutbolista.
