Su separación acapara las portadas de los periódicos. Angelina Jolie, que tan feliz parecía junto a Brad Pitt, ha pedido el divorcio y tal vez quiera borrar toda huella del actor en su vida. Al igual que hizo tras separarse de Billy Bob Thornton, del que borró el tatuaje que lucía su brazo izquierdo, la actriz podría hacerlo con los que se hizo como demostración de amor hacia Brad Pitt.
Entre los 17 tatuajes que tiene distribuidos por todo el cuerpo, Angelina luce en su brazo izquierdo la inscripción con las coordenadas de sus seis hijos y la séptima línea corresponde a la fecha y lugar de nacimiento de su pareja, Brad Pitt. Este tatuaje se lo hizo en su día para representar la unión familiar. Años más tarde, en 2011, durante una entrevista promocional de la película de Salt, la actriz confesó una nueva prueba de amor por su pareja. La ganadora de un Oscar por Inocencia interrumpida se hizo un tatuaje en la cara interior del muslo y aunque en un principio no quería desvelarlo, finalmente dijo con una sonrisa: “Es por Brad”, pero no quiso revelar el significado de la inscripción.
Brad Pitt en cambio esperó a su boda con Angelina para hacerse. Meses antes de cumplir su primer aniversario de boda con Angelina Jolie, con quien se casó el 28 de agosto de 2014 . El intérprete se hizo una gran cruz en la que aparecen las iniciales de su mujer y sus hijos. A un lado de la cruz aparece la letra 'A' de Angelina, y al otro, "MPZSVK", las iniciales correspondientes a los nombres de sus seis hijos: Maddox, Pax, Zahara, Shiloh, Vivienne y Knox.
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Al margen de inscripciones que cada uno se hicieron en su día como demostración de amor, tanto Angelina como Brad están centrados en que su separación afecte lo menos posible a sus hijos y pese a que ambos permanecen en Los Ángeles se han alejado de los focos para centrarse en su familia. Desde que se conociera el anuncio de su divorcio, ninguno de los dos, ni siquiera sus hijos, han sido vistos en público. Entretanto los abogados de Pitt y Jolie ya han empezado a negociar sobre los términos de un divorcio contencioso, en el que además de su patrimonio, que asciende a 450 millones de euros, está en juego la custodia de sus hijos.
