Se conocieron en el rodaje de Ocho apellidos vascos y vieron cómo su vida cambiaba de un día para otro protagonizando un verdadero boom. No ha sido fácil aprender a convivir con esa popularidad y sus palabras les han costado más de un disgusto en una ocasión, sin embargo, si hay algo que ha permanecido intacto ha sido su amor. Dani Rovira y Clara Lago forman una 'pareja de cine', de esas cuyo amor traspasó la ficción y se convirtió en realidad. Fue en junio de 2014 cuando la revista ¡HOLA! publicó las imágenes de su primer beso, unas fotografías que confirmaban lo que era un secreto a voces.
Siempre juntos y tan sólo separados cuando sus agendas así lo requerían, los actores siguen tan enamorados como el primer día y no dudan en aprovechar cualquier ocasión para dedicarse palabras de cariño y admiración. De hecho, esta misma semana les hemos visto poniendo rumbo a la ciudad natal de Rovira, Málaga, donde el ganador del Goya fue el gran protagonista de 'Palabras Mayores' en La Térmica, un ciclo de charlas con destacadas personalidades de nuestro país.
En el patio de butacas se encontraba, como no podía ser de otra forma, su chica, que le aplaudió como la que más y le dedicó miradas de esas con las que sobran las palabras. Vestida con un look informal, con vaqueros estampados, camiseta básica negra y chaleco vaquero, Clara derrochó naturalidad con su característica melena larga ligeramente ondulada y un maquillaje que resaltaba su mirada con eyeliner negro.
"Fue inesperado para todo el mundo, para mí el primero. A partir de la tercera semana de salir a la luz el trailer del filme, comenzó la montaña rusa", confesó el actor durante su intervención, tal y como publica La Opinión de Málaga. El actor, que acaba de terminar el rodaje de la película 100 metros, que cuenta la historia real de Ramón Arroyo, enfermo de esclerosis múltiple que se propone participar en una de las pruebas atléticas más difíciles del mundo y para la que ha tenido que experimentar un gran cambio físico, también habló de lo mucho que ha cambiado su vida desde que es tan conocido: "La intimidad no la pierdes, pero sí el anonimato (...) Mi vida se ha convertido en un campo de minas: siempre hay alguien que te dice que ahí no debes pisar. Ahora tengo que agudizar mucho más el ingenio".
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Han pasado casi dos años, pero él sigue siendo el único que consigue sacar esa sonrisa a Clara. De hecho, no sólo se ha convertido en su compañera de viaje sino también en su fan número uno y en su mayor defensora cuando él la necesita. La última vez fue el pasado mes de febrero, cuando estalló a raíz de las críticas que recibió su chico después de presentar la gala de los premios Goya. "Cuando veo los comentarios que dejan algunas de estas personas no puedo evitar preguntarme: ¿Por qué tanto enfado? ¿A qué responde tanto odio?", se preguntaba la actriz en la columna que publicó en El País. "La falta de respeto y el desprecio gratuito ¿a santo de qué?", añadía.
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La conclusión que sacó fue que el "linchamiento" que ha sufrido Dani en las redes no se debe tanto a su actuación durante la gala como a "la persona que lo ha llevado a cabo", ya que se ha generado un "odio" que se propaga rápidamente por las redes sociales y es mayor "si dicha persona es famosa, pues la impunidad para cometer la agresión se eleva automáticamente al cuadrado". Lago finalizaba el texto mostrando su tristeza e invitando a "reflexionar y no menospreciar la influencia, el poder y el peligro de las redes sociales" para evitar que éstas se conviertan "en una nueva ciudad sin ley".
