Fue con sus dos grandes amores, pero sin el que ahora ocupa de verdad un pedazo de su corazón. Bradley Cooper ejerció de presentador en los premios Tony, galardones en los que además figuraba su nombre como uno de los nominados, al mejor actor por su interpretación en la obra The Elephant Man. El artista llegó muy sonriente a la cita del brazo de dos de las mujeres de su vida: su madre Gloria y su hermana mayor Holly. Ni rastro de su novia, Irina Shayk, que no fue una de las que presumió de elegancia y tipazo en la velada.
Su familia es sin duda uno de los grandes apoyos para el intérprete, más después de haberse marchado con las manos vacías, pero seguro que le habría gustado contar con el cariño de su novia. ¿Dónde estaba Irina? La modelo rusa estaba un poco lejos, nada menos que en París, donde tenía uno de sus compromisos profesionales como se pudo ver en sus redes sociales. Y es que a veces el trabajo obliga a separarse, no hay más remedio.
Bradley no ganó el Tony pero sin duda dejó huella entre los curiosos que esperaban a las puertas del Radio City Music Hall, en Manhattan. Solícito y atento, firmó numerosos autógrafos y atendió a los fans, ansioso por ver de cerca al atractivo artista.
No fue él sin embargo el único que acaparó todas las miradas. La gran protagonista de la noche fue Helen Mirren, que se llevó el Tony a la mejor actriz por su papel en The audience. Por su trabajo sobre las tablas de un teatro fueron reconocidos además Alex Sharp, The Curious Incident of the Dog in the Night, Michael Cerveris, Fun Hom, Kelli O’Hara, The King and I, y Annaleigh Ashford, You Can’t Take It With You.
Jennifer López, Kendall Jenner, Vanessa Hudgens, Ashley Tisdale, Carey Mulligan, Kiefer Sutherland, Joe Manganiello, Ivanka Trump y una larga lista de nombres que no se quisieron perder esta gran cita pasearon también por la alfombra.
)
)
)
)
)
)
)
)
)
