Minifalda, zapato bajo, piernas interminables y una silueta por la que el tiempo parece no pasar. Claudia Schiffer ha acaparado todas las miradas en la noche londinense y es que la última vez que pisó una alfombra roja fue el año 2011.
La supermodelo alemana rompió ese retiro voluntario para apoyar la última cinta de su marido, el productor y director de cine de origen inglés Matthew Vaugh, en el estreno de Kingsman: Servicio Secreto, y como no podía ser de otro modo se convirtió en la estrella de la noche.
Ni el protagonista de la cinta y “novio de Bridget Jones”, Colin Firth, pudo evitar que todos los flashes se fueran hacía el icono de los años noventa, que lucía un minivestido con motivos geométricos en blanco, negro y plata de Antonio Berardi.
La supermodelo alemana, una de las más cotizadas de la historia, lleva actualmente una vida tranquila volcada en sus hijos: Caspar, Clementine y Cosima. Aunque sigue siendo un reclamo publicitario para las grandes firmas, Schiffer mide sus apariciones con cuenta gotas.
Fue en el Festival de Cannes del año 2011 cuando la modelo con un dijo adiós a este tipo de eventos. Eso sí, lo hizo con un vestido negro de encaje de lo más sexy, con el que también eclipso al elenco hollywoodiense que se dio cita en torno a la película Un lugar donde quedarse.
La noche terminó para ellos en el Savile Row en compañía de algunos invitados y miembros del reparto como Mark Strong o Laura Whitmore, momento en el que se pudo ver que después de doce años de matrimonio, Claudia y Matthew son inseparables.
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