Dicen que cuando se siente con el corazón sobran las palabras, y viendo juntos a Verónica Echegui y Álex García, esta frase cobra aún más sentido. Se enamoraron en 2010 en el set de rodaje de la película Seis puntos sobre Emma y, desde entonces, se han vuelto inseparables. Miradas cómplices, gestos de cariño, besos, palabras al oído... No conciben su vida el uno sin el otro y sólo ha que ver estas imágenes para demostrar que se quieren, y mucho.
Han vuelto a tener el lujo de compartir pantalla en la cinta Kamikaze, una de las más esperadas de este año, y que ha causado verdadera sensación en el Festival de Málaga. La película, dirigida por el guionista y productor Álex Pina, cuenta la historia de Slatan, papel que interpreta García, un terrorista suicida que pretendía explotar un avión que va de Moscú a Madrid y que ve frustrados sus planes cuando un temporal de nieve le obliga a convivir en un hotel junto a los pasajeros que viajaban con él y que le harán replantearse su vida.
Temperaturas bajo cero, un bebé, un perro, un avión derrapando en pista... Kamikaze contiene elementos de comedia romántica y de amistad, también algún tinte dramático, y muchos la han calificado como "desternillante" y "sorprendente".
Después de su éxito en Málaga, el equipo ha viajado hasta Madrid para presentar este proyecto que rodaron en Benasque, en los Pirineos de Huesca, para simular la estepa soviética. Junto a Verónica y Álex, vimos también a algunos de sus compañeros de reparto como Carmen Machi, Leticia Dolera y Héctor Alterio. Los grandes ausentes fueron Iván Massagué y el actor argentino Eduardo Blanco, aunque todos los flashes se los llevó la perrita Rúa, que posó ante las cámaras como toda una profesional.
Se trata del debut en la dirección de Pina, quien explica que la historia está contada en orden cronológico, en los seis días que necesita un joven y desgraciado terrorista caucásico de la región inventada de Karajistán, invadida y destrozada por los rusos, para cambiar su destino y empezar de nuevo, en lugar de volar un avión. "En realidad trata de la no claudicación, es un canto a la vida", confesó el director en rueda de prensa en Málaga. Para Leticia Dolera, el mensaje de esta película es que "la vida no siempre sigue el plan previsto y sólo puedes intentar adaptarte y seguir el ritmo de la vida, porque si no, el tren pasa y tu te has quedado solo y amargado".
