Está inmerso en el rodaje de la película Maps to the stars, pero Robert Pattinson ha dejado por un rato el set de rodaje para hacer una visita muy especial a un grupo de fans. El actor ha cambiado las cámaras, los guiones y las sesiones de maquillaje y peluquería por los lápices de colores y las cartulinas y ha disfrutado como un niño grande haciendo manualidades en un hospital infantil de Los Ángeles.
Los niños se mostraron encantados con la visita de su ídolo, al que admiran gracias a su inolvidable papel de Edward Cullen en Crepúsculo, una saga con la que dio el salto a la fama y a la conquista de Hollywood. Robert estuvo haciéndose fotografías con ellos y después estuvieron haciendo marcos de fotos, que luego el decoró con su firma y una cariñosa dedicatoria.
"No podíamos sentirnos más felices cuando vimos que una de las niñas estaba tan emocionada con su visita que no podía ni hablar. Era como si él fuera lo más importante en el mundo para ella, no paraba de llorar de emoción y sonreír", contaba una de las trabajadoras del hospital. Pero no sólo había nervios en los pacientes, Robet también estaba emocionado: "Estaba muy nervioso por conocer a los niños, porque no quería defraudarlos. Fue muy cariñoso y amable con ellos. Probablemente nunca será consciente del todo de lo que ha significado su presencia para estos niños y cómo va a influir de manera positiva en ellos". Además de estar con la mayoría de ellos en una sala, visitó a dos niñas que no podían salir de la cama a causa de la enfermedad que padecen.
Tras su ruptura con Kristen Stewart, Robert está centrado en su trabajo. Hace poco se le relacionó con Riley Keough, la nieta de Elvis Presley, aunque más tarde desmintió los rumores. Ahora se refugia en su trabajo y por el momento el único romance que está viviendo es el que protagoniza junto a la actriz Mia Wasikowska, en la nueva película de David Cronenberg, Maps to the stars.
