A tan solo un par de meses de convertirse en madre, Sienna Miller ha vuelto a demostrar que continúa divirtiéndose a la hora de vestir. A pesar de que su estilizada figura ha sufrido algunas modificaciones más que considerables, la actriz ha dejado claro que estar embarazada no le impide ir a la moda.
La actriz se ha dejado ver por el barrio londinense de Primrose Hill saliendo de una de sus ya rutinarias clases de yoga. Sienna, quien en más de una ocasión ha declarado que odia hacer ejercicio, ha encontrado en esta práctica oriental la mejor forma de escape para sobrellevar su embarazo. "Mi madre fundó una de las primeras escuelas de yoga en Londres durante los 70, así que debería utilizar su experiencia ya que tengo muy mala postura. Pero creo que probablemente la mataría si me intentara decir que debo de sentarme recta", declaraba la actriz, quien ha calificado el yoga como milagroso.
De muy buen humor y con una sonrisa de oreja a oreja, Sienna eligió para este día un vestido de flores multicolor, muy apropiado para estas fechas, que combinó con un mini chaleco de punto. Los tacones decidió dejarlos en el armario y en su defecto se decantó por unas botas de gamuza verdes. Como complementos un ancho cinturón que acentuaba más su barriguita y un bolso a juego. Radiante y feliz, la estrella de The Factory Girl completó su vestuario con un desgastado sombrero, que lejos de estropear su atuendo, le sentaba de maravilla.
La familia al completo de Sienna está muy emocionada con la llegada del bebé, que se prevé que sea para el mes de julio. De hecho esta semana, Sienna se dejo ver en la presentación de un libro junto a su madrastra Kelly Hoppen, quien apenas podía mantener sus manos alejadas de la tripita de la actriz, quien también coincidió allí con su hermana Savannah y con su hermanastra Natasha Corrett, quienes ya cuentan los días para dar la bienvenida al nuevo miembro de la familia.
