Aunque ambas se presentaban fuera de concurso, las últimas películas de Antonio Banderas y Salma Hayek acapararon el miércoles la atención mediática en la Berlinale. Cuatro días antes de desfilar por la alfombra roja de los Premios Goya, el actor español y la intérprete mexicana se vistieron de gala para desfilar por la alfombra del festival berlinés, no sin antes presentar sus respectivas películas, Haywire y La chispa de la vida, ante la prensa.
Haywire, una película de ritmo trepidante sobre una agente al servicio de los EEUU a la que se le dispara el gen asesino, era uno de los platos fuertes. En la película, un Banderas de densa y canosa barba se pone a las órdenes de Steven Soderbergh, con Gina Carano repartiendo contundentes mazazos como maestra en artes marciales, junto a un equipo de lujo con Ewan McGregor, Michael Fassbender y Michael Douglas. Además de Banderas, a Berlín acudieron el director y los actores Michael Fassbender y Gina Carano.
Álex de la Iglesia demostró, por su parte, que su película también provoca llenos totales en una sala alemana, como fue el caso del pase de prensa del filme, a rebosar, pese a no estar entre los aspirantes a Oso, sino en la sección Berlinale Special. Su 'chispa de la vida' contaba con el reclamo de Salma Hayek, una de las estrellas internacionales más codiciadas del festival, lo mismo que Banderas, al que se pudo ver sobre la alfombra roja, como al equipo al completo de De la Iglesia -Salma, José Mota y Carolina Bang-, en el pase de la noche.
"Rodar con Soderbergh fue un shock, no sólo por su rapidez, sino por su solidez durante el rodaje", dijo Banderas, ante una conferencia de prensa abarrotada, sencillo y absorbiendo flashes. Por su parte, el director de La chispa de la vida, Álex de la Iglesia, explicó: "Elegí a Salma porque es la mejor actriz que conozco y porque, al ser mexicana, podía interpretar como nadie a un alienígena entre periodistas españoles desquiciados lanzados sobre un pobre hombre tumbado en el suelo con un acero en el cráneo".
Ambos filmes aligeraron ayer la intensa jornada asiática del festival, que incluyó una lección del mejor cine chino de la mano de Wang Quan'an, que dominó la sección a competición con Bai Lu Yuan (White deer plain), un recital de cine épico y visual. En la jornada también participaba Edwin, cineasta indonesio que presentó Kebun Binatang (Postales del zoo), una película que responde exactamente a su título: imágenes bonitas de un zoo, de la elegante jirafa a los rotundos hipopótamos.
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