Kate Winslet, espectacular y de la mano de su novio, Ned Abel Smith, en el estreno en París de 'Un dios salvaje'

Por hola.com
Kate Winslet voló a París para asistir al estreno de Un dios salvaje, adaptación de la aclamada obra teatral de Yasmina Reza dirigida por Roman Polansky. En una ciudad tan romántica como esta la actriz no dudó en rodearse de la mejor compañía y viajó junto a su nuevo amor, Ned Abel Smith. Desde que se conocieran en la isla Necker, no se han separado ni un momento y anoche acudieron juntos al estreno, aunque no posaron sobre la alfombra roja.


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Repite vestido
"Menos es más", ya lo dijo Winslet cuando reveló algunos de sus trucos de belleza. Kate Winslet volvió a confiar en Stella McCartney, y cambió el vestido blanco que lució en la Mostra de Venecia por uno igual pero de color rojo que lograba un efecto óptico milagroso y resaltaban sus sensuales curvas. Un vestido que ya lo han lucido otras estrellas como Penélope Cruz o Gloria Estefan durante esta temporada, y con el que Kate estaba radiante.


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Winslet desfiló en la alfombra junto al director, Roman Polansky y John C. Reilly. Durante su último arresto domiciliario en su chalet de Suiza, Polansky adaptó al cine esta obra en la que Kate Winslet, ganadora del Oscar por su interpretación en El lector y Jodie Foster, poseedora de otros dos Oscar por Acusada y El silencio de los corderos, encabezan un reparto de lujo, que incluye a actores como John C. Reilly y Christoph Waltz. En Un dios salvaje se cuenta cómo dos parejas se reúnen para resolver civilizadamente una pelea entre sus respectivos hijos, y terminan enredándose en una trifulca de mucho mayor alcance en la que salen a relucir tiodo tipo de prejuicios.


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A la salida de la premiere en los cines Cinema Gaumont Marignan, Kate Winslet y Ned Abel Smith abandonaron de la mano el cine para disfrutar de una velada romántica en París. La actriz sin duda atraviesa uno de los momentos más felices de su vida al lado del sobrino del magnate Richard Branson. Dicen que la cara es el espejo del alma y sólo hay que ver sus rostros para comprobar que están muy ilusionados con esta nueva relación.