La hija de Joan Manuel Serrat, Candela, hereda el arte de su padre y debuta como actriz en el teatro

Por hola.com

Hay ocasiones en las que los hijos heredan en los genes el arte de sus progenitores y otras veces en las que no. Pero este no es el caso de Candela Serrat, hija del popular cantautor catalán Joan Manuel Serrat, quien acaba de debutar como actriz en la obra teatral La alegría de vivir que se estrena este miércoles en el teatro Galileo de Madrid.

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Candela, quien ahora cuenta con 25 años, siempre tuvo muy claro que lo suyo era el mundo de la interpretación y no el de la música, le gustaba tanto actuar que no dudó en hacer las maletas y trasladarse a Londres para estudiar Arte Dramático en The London Academy of Music and Dramatic Art (LAMDA).

Apoyada en todo momento por sus padres, Candela, quien hasta ahora ha permanecido en el "anonimato" se ha formado a base de esfuerzo y dedicación, y ahora veremos los frutos en esta obra basada en el clásico de Noël Coward Design for living, donde la hija del cantautor comparte protagonismo con Fernando Escudero y David Villanueva.

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La recién estrenada actriz, quien no puede negar el parecido físico con su padre, tiene muchas ganas de subirse a las tablas, aunque también es conciente de que le queda mucho por aprender y que cada día es un nuevo reto. Con la discreción por bandera y el arte en la sangre, Candela llega a nuestros teatros con esta inolvidable comedia en torno a un triangulo amoroso.

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La obra, que fue creada por el actor, dramaturgo y compositor inglés Noël Coward con el objetivo de arrancar una sonrisa a los espectadores ingleses durante los duros años de la Segunda Guerra Mundial, narra la vida de dos amigos, Otto y Leo, que se enamoran de la misma mujer, Gilda. Ella, a su vez, se enamora de estos dos hombres, pero como siempre tiene que haber un tercero en discordia aparece otro amigo más maduro que también está enamorado de ella. A partir de ese momento, Gilda provoca a uno y a otro para que saquen lo mejor de sí mismos como artistas y como personas, pero sobre todo la alegría de vivir.