La 59º edición del Festival de San Sebastián se inauguró anoche oficialmente con una gala que estuvo presentada por Marta Etura y Bárbara Goenaga, que ejercieron de perfectas anfitrionas y pusieron el toque de color sobre el escenario al cambiarse de estilismo en diferentes ocasiones. Diseños verdes, amarillos, rojos, negros... Las actrices españolas inauguraron el certamen con una pregunta muy clara: "¿Cuál es el futuro del cine?" Las respuestas corrieron a cargo de numerosos profesionales del medio e intérpretes de la talla de Javier Bardem o Marisa Paredes, que aseguraron que dependerá que cómo consuman el cine los propios espectadores.
La velada contó también con el humor de la actriz estadounidense Frances McDormand, que este año es la encargada de presidir el jurado, y que animó a todos a apostar más por el cine. Sobre el escenario pasaron Álex de la Iglesia, Paula Echevarría o Juan Diego Botto, presidente del jurado de la sección Horizontes Latinos, que hizo la parada obligatoria en el recuerdo de Jordi Dauder, actor de cine y teatro fallecido ayer. La actriz y mujer de David Bustamante acaparó todos los flashes con un espectacular diseño de Giorgio Armani de color 'nude' con paillettes y pedrería.
Otra de las grandes protagonistas de la noche fue el drama familiar Intruders, la cinta encargada de inaugurar el festival que se cerrará el próximo 24 de septiembre, y sus protagonistas, Pilar López de Ayala, Clive Owen, Carice Van Houten y Ella Purnell, que acompañaron al director, Juan Carlos Fresnadillo. El realizador canario, que presenta el filme fuera de concurso tras su ovacionado paso por el Festival de Toronto y antes de llegar a las pantallas españolas el próximo 7 de octubre, animó al público a disfrutar de una fábula sobre los miedos que nos acompañan a lo largo de la vida.
"La familia es un lugar de transmisión de amor, de conocimientos... pero también de ciertos miedos", explicó Fresnadillo durante la presentación de la película, que cuenta también con la participación de actores como Ernesto Alterio o Daniel Brühl. "En ese sentido la película plantea que el miedo se puede convertir en un legado, un legado que a veces puede ser muy complicado. Tiene que ver con presencias fantasmales que están atacando y amenazando la seguridad de la familia", añadió.
Tras pasar miedo con Intruders, el Festival de San Sebastián dará pistoletazo de salida a la carrera por la Concha de Oro con No habrá paz para los malvados, de Enrique Urbizu, y Amén, del coreano Kim Ki-Duk. Cintas de directores tan reconocidos como el japonés Hirokazu Kore-Eda, el británico Terence Davies o la francesa Julie Delphy, también concurren en la primera edición de José Luis Rebordinos al frente del certamen y serán analizadas por el jurado que dictará sentencia en forma de palmarés el 24 de septiembre. Este año, la actriz Glenn Close, recibirá el Premio Donostia y además, presentará Albert Nobbs, la última película de Rodrigo García, en la que la actriz norteamericana se verá atrapada en un inusual triángulo amoroso.
