Además de para descansar, el verano es para disfrutarlo en familia. Las playas de medio mundo se llenan estos días y es difícil no relajarse al sol o nadando en el agua del mar. Las agendas de trabajo se liberan y la consigna es relajarse al máximo. Muchos se quedarían seguro asombrados al encontrar, paseando por la arena de St. Tropez, a uno de los actores más atractivos de la gran pantalla y es que no todos los días se tiene la oportunidad de ver el “cuerpazo” de Hugh Jackman de cerca.
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Acompañado de su mujer Deborra-Lee Furnes y sus hijos Oscar, de once años, y Ava, de seis, Hugh cruzó el Atlántico para despejarse. Hizo unos largos entre las olas para luego dedicarse en cuerpo y alma a su mejor papel: el de padre. ¡Al agua patos! les dijo a sus niños, que intentaron resistirse aunque no pudieron hacer nada contra las ganas de jugar del actor que, entre risas, les cogió en brazos para arrastrarles y que se dieran un chapuzón mientras él mismo se tiraba también. Después se sentó junto a unos árboles con su hija y se reunió con su mujer para dar un paseo, ya más tranquilo, hasta el hotel donde se alojan. En la reunión familiar no faltaba por supuesto la mascota de la familia, un perro a quien Hugh se encargó de pasear.
Será en octubre cuando veamos de nuevo al intérprete en un cine: será en la cinta en 3D Real Steel, en la que comparte cartel con Evangeline Lily. En el próximo curso le esperan además interesantes proyectos como la nueva versión cinematográfica de Los miserables y algunos conciertos con su show musical en el que, acompañado de una orquesta y dos artistas de Broadway, hace un repaso por algunos clásicos del género musical. Además se volverá a meter en la piel de Lobezno, sin duda el X men más atractivo de la saga.
