Blanca Suárez ha vivido unos días inolvidables en Cannes. Además de asistir por vez primera al festival más importante del mundo con la película de Almodóvar, La Piel que habito, la actriz ha estado acompañada por su novio, Miguel Ángel Silvestre, popularmente conocido como El duque por su interpretación en Sin tetas no hay paraíso. Esta ha sido la mejor prueba para demostrar que su relación sentimental marcha viento en popa.
Aunque la cinta no logró la Palma de Oro, todo el equipo abandonó la ciudad con una enorme satisfacción por la gran acogida del público y las buenas críticas rinternacionales. Además, Almodóvar no se ha ido de vacío de la 64ª edición del Festival de Cannes, el cineasta manchego ha conseguido el Premio de la Juventud, un galardón que se otorga desde 1982 por un jurado compuesto por siete miembros de 20 años de edad.
Después de tres días en Cannes, donde la atractiva pareja ha paseado su amor por la Croisette, cogieron un avión en el aeropuerto de Niza, en Francia, con dirección a Madrid. Blanca y El duque demostraron la gran complicidad y el gran momento sentimental que atraviesan, ya que se mostraron muy sonrientes y enamorados y no faltaron gestos llenos de ternura entre la pareja antes de embarcar. Su llegada a España coincide con el estreno de la nueva serie de Miguel Ángel Silvestre, Alakrana, una miniserie que se emitirá el próximo miércoles sobre el secuestro del atunero español con 36 marineros por un grupo de piratas somalíes.
