Kim Cattrall: 'Samantha tiene mucho más éxito con los hombres, yo soy más reservada'

Por hola.com

Bien podría pasar por una auténtica neoyorkina pero muy pocos saben que, en realidad, esta mujer de aspecto fuerte y sonrisa contagiosa, nació en Liverpool y se considera europea hasta la médula. Kim Cattrall lleva enfundada en la piel de Samantha Jones el tiempo suficiente para haber aprendido muchas cosas sobre su personaje. Hola.com ha podido compartir con ella unos minutos de charla, risas y confidencias.


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-¿Cómo ha sido pasar de una serie de éxito a una película de éxito?
No puedo decir nada del éxito en esta segunda película hasta que no sepa la reacción del público. Pero es cierto que hemos ganado en confianza ya que lo preocupante era el salto de la televisión al cine. Lo superamos en la primera parte y en esta segunda habrá que esperar a la reacción de la audiencia puesto que desde que rodamos hasta que la película se proyecta, puede sufrir muchas variaciones. Pero estoy muy satisfecha del trabajo de los actores.

-Eres una mujer británica metida en la piel de una atípica y liberal mujer neoyorkina, ¿no te gustaría volver a Europa y hacer de europea?
Bueno, de hecho ya hago cine europeo y me siento europea, he trabajo con Roman Polanski y soy una gran admiradora del cine europeo y adoro, por ejemplo, a Pedro Almodóvar. Mi trabajo en Estados Unidos es estupendo pero sigo y seguiré vinculada al cine europeo, me encantó rodar en Barcelona, ciudad a la que nunca me canso de viajar.

-¿Quién tiene más éxito con los hombres, Kim o Samantha?

Evidentemente, Samantha tiene mucho más éxito. Yo soy más reservada y más selectiva con los hombres, tú me entiendes… Además, llevo más de catorce años en la piel de mi personaje, por lo que la conozco muy bien y admiro profundamente su coraje y su valentía en la vida.

-Entonces te identificas con ella…
A medias. Samantha me encanta, me lo paso genial interpretando el papel, sobre todo porque se permite tomarme una serie de licencias que el resto del género femenino no nos atreveríamos a tomarnos nunca en una situación real de la vida, obviamente por cómo nos han educado, pero aquí ya entramos en otro terreno que va más allá del cine.