Charlie Sheen y su esposa, Brooke Mueller, se reencontraron en la corte de Aspen. La pareja, que llegó por separado y con gesto serio, se presentó en los juzgados para comparecer por el incidente de violencia doméstica ocurrido en Navidad. Sheen, que fue arrestado supuestamente por amenazar a su esposa con un cuchillo, ha sido acusado por un delito grave de amenaza, y cargos por asalto en tercer grado y conducta criminal. El cargo más grave que se le imputa podría costarle una pena de entre uno y tres años de prisión.
Pese a lo grave de la situación, la comparecencia sirvió para limar asperezas entre la pareja, que tiene dos hijos en común de diez meses, y culminó con un abrazo entre acusado y demandante, es decir entre Charlie Sheen y Brooke Mueller. El juez levantó la orden de alejamiento que les mantenía separados desde el pasado día 25 de diciembre y la pareja podrá continuar con su vida, tal y como había solicitado la propia Mueller. Durante todo este tiempo, el actor solamente recibió un permiso del juez para poder visitar a su esposa en el hospital, donde se encontraba ingresada por una neumonía. Según reveló el abogado de Brooke Mueller, Yale Galanter, tras el juicio "Charlie y Brooke se besaron y abrazaron. Parecían muy felices de haber superado este obstáculo". Y aseguró: "Ellos van de camino juntos a su casa de Los Ángeles. Hay muchos asuntos de sus hijos que tienen que hablar". Y por último dijo que a Brooke “le gustaría que este caso fuera desestimado y que los cargos fueran retirados para poder seguir con sus vidas”. Ambos han dejado de manifiesto su intención de reconciliarse, pero ahí no acaba el caso, el protagonista de Two and a Half Men tendrá que volver a presentarse ante la corte el 15 de marzo.
