Melanie Griffith, con peineta y mantilla, y la baronesa Thyssen, ilustres penitentes en la Semana Santa malagueña

El matrimonio Banderas ha tenido este año como invitados a Carmen Thyssen, su hijo Borja, y la esposa de éste, Blanca Cuesta

Por hola.com

Antonio Banderas, fiel a la semana santa malagueña, cambió su "atrezzo" de escena por la túnica para vivir una vez más las tradiciones de su tierra natal.

Si el año pasado era Stella del Carmen quien acompañaba a su padre vestida de penitente en las procesiones de Semana Santa, este año la esposa de Antonio Banderas, Melanie Griffith, lo ha hecho con peineta y mantilla del siglo XVIII, vestida de negro con un elegante vestido de raso y un espectacular juego de collar y pendientes. El matrimonio Banderas ha tenido este año como invitados a Carmen Thyssen, su hijo Borja, y la esposa de éste, Blanca Cuesta. Desde uno de los balcones de la calle Larios, la Baronesa y Melanie contemplaron las procesiones. Muy emocionada, la mujer de Antonio Banderas siguió con atención los pasos del trono de la Virgen de la Esperanza el Jueves Santo, en la que Antonio también es cofrade. Muy guapa y en ocasiones con lágrimas en los ojos, Melanie resaltaba por su elegancia entre la gente asomada a los balcones. A su lado también estuvieron su hija Stella del Carmen, que la miraba orgullosa, su suegra, Ana Banderas, y su cuñada María Ángeles con sus sobrinos, ya que Francisco Javier, hermano de Antonio, portaba también el trono.

El pasado Domingo de Ramos, Banderas también volvió a vestirse para ejercer de mayordomo en el trono de la Virgen de Lágrimas y Favores, en la que cantó la letra de una marcha que compuso él mismo.
El famoso matrimonio es muy querido en Málaga, tierra natal del actor, ya que gracias a su presencia promocionan por todo el mundo esta zona del sur de España. Además, animan a otros personajes conocidos, como ha sucedido este año con la baronesa Thyssen, su hijo Borja y Blanca Cuesta, a que se integren en esta festividad religiosa por la que ambos sienten auténtica pasión. Carmen Thyssen hizo sonar la campana del trono de la Virgen de Lágrimas y Favores a su salida de la iglesia para dar comienzo a la procesión, después de que le impusieran la medalla de la hermandad y le entregaran un cuadro con una imagen de la Virgen. Además, tuvo el privilegio de escuchar una saeta en la hermosa voz de Diana Navarro.