Ser un niño pequeño en la Gran Manzana no es nada fácil. Con tantas distracciones como hay alrededor y tantos lugares que visitar, es complicado administrar el tiempo libre. Eso es lo que le pasa a Suri Cruise que, a sus casi tres años de edad, tiene cada vez más actividades en las que ocuparse. A los paseos diarios con su madre, en los que recorre las calles de Nueva York llueva o nieve, se han unido las visitas a diversas boutiques de moda y a espectáculos musicales y de danza.
Hace poco y dado que dentro de poco estará en edad escolar, su madre la llevó además a visitar un colegio privado y a un centro en el que enseñan música. ¿Será que la pequeña Suri ha comenzado a mostrar dotes artísticas? No resultaría extraño teniendo en cuenta cuáles son sus genes y lo mucho que la niña admira e incluso intenta imitar a su madre (esta acaba de terminar precisamente la representación del musical All my sons, en Broadway, y se rumorea podrían ofrecerle el papel de Kate Winslet en la versión teatral de la película Finding Neverland).
Ropa a juego, complementos iguales… ahora además la niña tiene la costumbre de sacar de paseo su muñeco favorito en un carrito parecido al que, hasta hace poco, era su principal medio de transporte. Y es que viendo lo bien que la cuida su mamá y los mimos que le da, ¿cómo no va a hacer ella lo mismo con sus "hijos de trapo"?
