Si el sábado fue George Clooney quien presumió de 'sex appeal' sobre la alfombra roja de La Mostra de Venecia, hoy ha sido su gran amigo Brad Pitt el hombre más buscado de Hollywood en esta localidad italiana. El actor ha desembarcado en Venecia para presentar su última película, El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford, del joven director de Nueva Zelanda, Andrew Dominik, que protagoniza y coproduce. Brad Pitt, en esta ocasión, se mete en la piel de Jesse James, mítico delincuente estadounidense.
El protagonista de Seven, como viene siendo habitual, no llegó solo, sino en compañía de sus cuatro hijos, Shiloh, Zahara, Maddox y Pax, y su mujer, Angelina Jolie, quien llevaba unas grandes gafas de sol y una gabardina blanca. Por su parte, su marido apareció ante las cámaras ataviado con un elegante traje claro con chaleco. Con su hija Zahara en brazos, el actor recorrió distintos enclaves venecianos seguido muy cerca por su mujer. Con motivo de la proyección de su película el actor ha reconocido que su numerosa prole apenas le deja tiempo para conciliar el sueño. "Ser padre es maravilloso y no creo poder alcanzar una felicidad mayor. Pero a la hora de trabajar me tengo que organizar muy bien. Me volví muy eficiente. Y dormir es algo que directamente no existe", ha asegurado el actor.
Una vez llegada la noche, la pareja cambió los atuendos informales con los que habían llegado a la ciudad de los canales y se vistieron de gala, como merecía la ocasión. Angelina, con un entallado vestido largo, y Pitt, con traje de chaqueta blanco y negro y pajarita, aparecieron levantando gran expectación en la premiere de El asesinato de Jesse James por el Cobarde Robert Ford. "Me he sentido honrado de poder rendir tributo a mi tierra natal, Missouri, de donde era él", afirmó Pitt. Además, el actor se confesó "sorprendido" por el gran número de personas que habían encarnado a Jesse James, "sin embargo acepté porque el material era excelente, y porque me parecía una de esas películas que ya no se hacen".
