Una turista con una cámara al cuello que fotografía los rincones más concurridos de una ciudad, mientras pasea. Esta escena no tendría nada de excepcional si no fuera porque, en esta ocasión, tanto la visitante como su improvisado guía turístico son las estrellas de moda este verano en Barcelona. En medio de un revuelo de flashes, Woody Allen rodó los primeros minutos de su proyecto español, bautizado como Summer project a falta de un título más específico. La bella Scarlett Johansson, que aún con ropa de sport acaparó todas las miradas, no en vano es una de las mujeres más sexys del mundo, se puso a las órdenes del maestro y, cámara en mano, recorrió la zona de terrazas de la conocida playa de la Barcelonesa.
El breve descanso para almorzar recluyó al equipo en las roulottes que les acompañan, privando así a los curiosos del entretenimiento. Por la tarde, técnicos, director y musa se trasladaron a la arena donde continuaron con el trabajo hasta bien entrada la tarde. Scarlett paseó por la arena y se acercó a una mujer que estaba sentada en el banco, interpretando así los primeros diálogos de esta historia en la que Allen quiere mostrar su particular visión de Barcelona, convirtiendo a la Ciudad Condal en su Manhattan español. La belleza rubia, que ya ha trabajado con Woody Allen en varias ocasiones, compartirá cartel con Penélope Cruz y Javier Bardem, que volverán a ser pareja en la gran pantalla quince años después de Jamón, jamón.
Las siguientes paradas del rodaje tras la capital catalana serán Asturias y Nueva York, tal y como explicó el director en la presentación de su proyecto. Con esta película "quiero presentar Barcelona al mundo tal y como la veo, con mis ojos, de la misma forma que hice con Manhattan" aseguró Allen. "Quiero que esta película sea una carta de amor mía hacia Barcelona, y de Barcelona al resto del mundo. Por eso estoy encantado de estar aquí para trabajar" concluyó.
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