No fue tanto por un motivo profesional como por uno personal. Cuando conocí a Melanie ella venía con dos hijos y yo no tenía derecho a traerlos a todos aquí y que los niños tuvieran que coger un avión cada 15 días para ver a sus padres. Alguien tenía que sacrificarse y me tocó a mí. Además me he sentido muy bien tratado viviendo allí.
-Recientemente fotografiaron a Melanie saliendo de una clínica de desintoxicación.
Mi mujer es alcohólica. Cuando una persona es alcohólica y acude a Alcohólicos Anónimos lo primero que te dicen es que vas a ser un alcohólico hasta el día en que te mueras, incluso aunque no lo pruebes. Mi mujer no bebe una gota de alcohol desde hace muchos años pero va allí para ayudar a otras personas bajo su responsabilidad tratando de hacerles entrar razón.
¿Cómo has conseguido seguir siendo el chico simpático y sencillo a pesar del éxito?
Soy malagueño. Además en mi carrera todo se ha sucedido poco a poco y por tanto he tenido oportunidad de ver las miserias y grandezas de esta profesión. He hecho muchos papeles secundarios y he podido mantener un punto crítico y no creérmelo porque además mi propia inseguridad me lo ha impedido.
¿Qué opinión te merece el problema que existe en el Ayuntamiento de Marbella, como malagueño y como persona que tiene allí una casa?
Mi opinión es que si son responsable tendrán que pagar. Nada más, porque mi relación con la corporación municipal que está entre rejas fue cero. Me entristece como malagueño porque los que pagan son los marbellíes.
¿Te gusta la vida social de Marbella?
Mi vida social en Marbella es nula. No me habréis visto nunca en las fiestas y en Estados Unidos nuestras salidas siempre están relacionadas con temas de trabajo.
