Matthew McConaughey: 'Ahora hablo más español, puedo bromear en este idioma'

Por hola.com

Un español muy particular, un atractivo destacable, un claro sentido del humor y una peculiar forma de vivir. Y es que el hombre que ha conquistado a Penélope Cruz se sale, sin duda, de lo corriente. Matthew McConaughey, elegido el pasado año por la revista «People» como el hombre más «sexy » del mundo, prefirió dormir a ras del suelo en una tienda de campaña bajo el cielo estrellado del desierto durante el rodaje de «Sahara», filme que le unió a nuestra actriz más internacional, en lugar de utilizar las caravanas en las que se alojaba el resto del equipo, y para la campaña de promoción en Estados Unidos rechazó cualquier comodidad hotelera para recorrer el país en su caravana Airstream plateada, en cuya matrícula trasera se puede leer «Donde los sueños se hacen realidad».

No hay que olvidar, de hecho, que a Matthew le gusta la vida sencilla, le apasiona viajar, el contacto con la Naturaleza y conocer a gentes de toda clase y condición allí adonde va. No le importa, asimismo, abrir las puertas de su casa en las colinas de Hollywood, como hizo recientemente en el programa de televisión de Oprah Winfrey para promocionar su nueva película, «Novia por contrato», que ha rodado con Sarah Jessica Parker. La mansión, valorada en aproximadamente un millón de euros, está coronada por cuatro banderas: la de Estados Unidos, su país; la del Estado de California, donde reside; la de Irlanda, de donde desciende su familia, y la de Mali, donde se rodaron algunas escenas de la película «Sahara», en la que se enamoró de Penélope. En una reciente entrevista publicada por la revista alemana «Joy», señalaba que admira a su novia porque «se acepta a sí misma como es. Para ella, la familia es muy importante y adora a su gente». La pasión por España se la ha inculcado, a juzgar por los halagos que el actor dedica a nuestro país: «Hace poco, estuve con ella en Madrid. España es maravillosa».

—Está usted muy bronceado.
Acabo de volver del cabo San Lucas, en México. Estuve relajándome. Te levantas todas las mañanas para correr, llevas a tu perro a la playa para nadar. Vuelves, disfrutas una buena comida, tomas un poco el sol. Te dan un masaje, sales a cenar, vas a bailar un poco, te levantas y vuelves a hacerlo.
—¿Estuvo con Penélope?
Estuve con Penélope.
—Así que fue bonito alejarse del trabajo.
Por supuesto. Podía tomarse el sol. Llevé a mi perro. Fue fantástico.
—¿Fueron los dos en su caravana?
Tengo una caravana. Tengo una casa en Hollywood y un rancho en el Oeste de Texas.
—¿Pero no viaja en la caravana?
Bueno, no cuando estoy en Hollywood. Allí no la conduzco. Donde la guardo es en el centro de Norteamérica: es mucho más fácil ir allí en avión y luego tomar cualquier dirección a la que quiera ir.
—¿Y cómo va su español?
Mejor. Si he estado en España, obviamente hablo más español. De todas formas, en Estados Unidos hablo en español bastante a menudo.
—¿Lo habla con fluidez?
No, no con fluidez.
—¿Puede bromear en español?
Sí, bromeo en español.