El último día de la Pasarela Gaudí contaba con una modelo que había despertado gran curiosidad entre los profesionales y los profanos. Se trataba del debú en pasarela de María Jurado, la actriz que saltó a la fama este verano por su amistad con Andrea Casiraghi, el hijo de Carolina de Mónaco, en Ibiza.
La joven desfiló con diversos modelos de Pepe Arellano, entre ellos un traje de boda que a más de una hizo pensar en un posible y romántico enlace real, entre la actriz y el joven príncipe de Mónaco. Pero el momento más comentado y comprometido de la jornada, lo protagonizó la bella María Jurado cuando salió a la pasarela con un original conjunto de pantalón estampado en blancos y negros y top negro. El top se deslizó y la joven, sin quererlo, hizo un improvisado top-less en la última jornada de la Pasarela Gaudí.
María Jurado, a pesar de ser una debutante en esto de la moda, demostró que lleva más de una década trabajando de actriz y frente a las cámaras. Con una elegancia poco habitual, la joven sonrió y campeó lo mejor posible este incidente tan comprometido.