Los piratas del Caribe invadieron Londres

Por hola.com

Una tropa de bravucones salidos directamente de los mares del Sur llenó el lunes la famosa Leicester Square de Londres. Y no podía ser de otro modo, ya que una conocida sala de cine de la capital del Támesis acogía el estreno europeo de Los Piratas del Caribe: La maldición de la perla negra, la nueva apuesta de la factoría Disney, que recrea una de las atracciones más populares de sus parques temáticos, y que se ha convertido en líder de la taquilla estadounidense en su primer fin de semana de estreno, recaudando más de cuarenta y cinco millones de dólares (aproximadamente la misma cantidad de euros).

Curiosidades de la película
Al éxito del filme han contribuido a partes iguales la presencia de destacados actores, como Johnny Depp y Geoffrey Rush, rivales en la batalla y en el amor de la hija del Gobernador, así como Orlando Bloom, el famoso elfo Légolas de la trilogía El Señor de los Anillos, y los espectaculares decorados y efectos especiales creados por el equipo.

Se necesitaron, por ejemplo, cien personas y cinco meses de trabajo para construir el plató de la cueva, se fabricaron un millón de monedas "de oro", y el buque de su Majestad, el Dauntless se convirtió en uno de los platós más vanguardistas del momento. Se construyó sobre una barcaza flotante atracada en el Muelle C de Long Beach y se necesitaron 18 toneladas de acero, 90 metros cuadrados de velas y cuatro meses para verlo terminado.

Más de 3 mil personas
Más de 3 mil personas se dieron cita en los alrededores de la plaza Leicester para ver llegar a los protagonistas de la película. Aunque Johnny Depp no pudo estar presente -aunque sí estuvo con aire de gángster en la presentación mundial, que tuvo lugar hace unos días en Disneylandia-, Orlando Bloom y Keira Knigthley despertaron el entusiasmo de los curiosos.

El actor, convertido en uno de los valores en alza de su generación, llegó cubierto con un largo abrigo negro, mientras que la joven actriz, cuyo rostro se dio a conocer en la cinta Quiero ser como Beckham, lució un corsé negro de Alexander McQueen y un collar de diamantes valorado en 750 mil euros. "Este es mi primer gran estreno en Londres y me ha sorprendido",afirmó, "no puedo creerme el espectacular recibimiento".