Han pasado más de quince años entre una imagen y otra. En estos tres lustros, aquella joven actriz que comenzaba a hacerse un nombre en el mundo de la interpretación -aún habría de llegar Ghost, su definitivo espaldarazo en Hollywood- consiguió convertirse en la intérprete mejor pagada de la Meca del Cine gracias a los doce millones y medio de dólares que se embolsó por protagonizar Striptease, cuyo fracaso supuso paradójicamente el inicio del declive de su carrera, ha vivido alejada de las pantallas los casi cinco años que ha dedicado al cuidado de sus hijas tras su separación de Bruce Willis, y ha regresado con nuevas fuerzas, bellísima a sus 41 años, y escoltada por un novio de 26, Ashton Kutcher.
Demi Moore quiere recuperar en Hollywood el sitio que un día cambió por la naturaleza y los paisajes de Idaho. Tras su paso por Los Ángeles de Charlie: Al límite después de que Drew Barrymore la convenciera, la actriz, que según han apuntado varios tabloides ha gastado aproximadamente 250 mil euros para que su cuerpo luzca tal y como aparece en el filme, podría seguir los pasos de Liz Hurley, Heather Graham y Vellones Knowles y unirse a la nueva entrega de Austin Powers.
