Kate Hudson, heredera de una sonrisa

Por hola.com

Dicen los que la conocen, aquellos afortunados que han podido disfrutar de un rodaje a su lado, que Kate Hudson ilumina el espacio por el que cruza. Cuenta con una sonrisa seductora; trabaja incansable y con pasión en aquellos proyectos en los que cree; mantiene los pies en la tierra a pesar de las alabanzas y los proyectos. Y todo sin haberse promocionado como la hija de otra grande: Goldie Hawn. Lo de Kate Hudson es una relación fatal con el mundo del cine. Y todo, o gran parte, se lo debe a su madre y a su padrino, y para ella padre, Kurt Russell, la pareja de su madre desde que ella tenía tres años de edad (su verdadero padre es el músico Bill Hudson, con quien no mantiene una relación cordial). Estos querían que la niña de sus ojos, esa rubia vivaracha que desde bien pequeña se moría por bailar y cantar, estudiara en la Universidad, a ella le iban más las candilejas y las cámaras.

Conmocionó Hollywood por primera vez con una interpretación excepcional -que le valió una nominación al Oscar en el año 2001- encarnando a la grupie Penny Lane en Casi famosos. Y su última película, la comedia romántica Como perder a un chico en 10 días, en la que interpreta a una columnista que tiene que convencer a un atractivo ejecutivo, Matthew McConaughey, de que se enamore de ella, ha recaudado más de cien millones de euros en las taquillas de Estados Unidos. El filme es un recordatorio de que Kate ha heredado de su madre algo más que el atractivo y radiante aspecto físico, y ha confirmado su estatus como una de las nuevas jóvenes estrellas femeninas más cotizadas de la Meca del cine.