Anthony Hopkins se casó el pasado sábado 1 de marzo con Stella Arroyave, una vendedora de antigüedades casi veinte años más joven que él, en una romántica e íntima ceremonia celebrada en la mansión que posee en Malibú, valorada en aproximadamente 7,3 millones de euros. Los novios se dieron el sí quiero arropados por tan sólo una treintena de invitados, entre los que se encontraba la madre del popular actor, Muriel, de 88 años, y algunos de sus mejores amigos, como Mickey Rooney, que acudió con su mujer, January Chamberlain, Goldie Hawn y John Cleese.
Para celebrar tan espacial acontecimiento, y a pesar de que vive en Estados Unidos y hace tres años que posee nacionalidad estadounidense, el protagonista de El silencio de los corderos tuvo muy presente sus orígenes galeses, ya que eligió el día de St David, festividad nacional de Gales, donde nació hace 69 años, lució un típico traje con tres ojales y un narciso, flor símbolo nacional, en la solapa. Una actitud que sin embargo ha sido criticada por varios rotativos británicos que parecen no perdonarle su marcha y algunas declaraciones como "América es mi casa ahora. Los americanos siempre me han tratado mucho mejor que los ingleses", que pronunció cuando fue nombrado alcalde honorario de Pacific Palisades, su localidad adoptiva.
Como decíamos, este es el tercer matrimonio para Anthony Hopkins, que hace menos de un año obtuvo el divorció de su segunda mujer, Jenni Lynn, con la que estuvo casado durante 29 años. Aunque oficialmente se separaron en 2001, lo cierto es que la pareja había vivido separada durante años, y el actor había mantenido durante este tiempo varios romances. "Mi esposa ya sabe", afirmó en el año 2000, "tenemos un gran entendimiento. Ella sabe que soy un vagabundo descuidado". Treinta antes, en 1972 se divorció de Petronella Barker, con la que tuvo una hija, Abigail, que actualmente tiene 34 años. Anthony Hopkins y Stella Arroyave se conocieron hace aproximadamente 18 meses en la tienda de antigüedades que ella regentaba en Los Ángeles, apareciendo juntos por primera vez en la presentación del filme Bad Company, a principios del pasado verano.
