Sus profundos ojos y su bonita sonrisa son, sin duda, sus mejores armas de seducción. Haciendo gala de ese poderoso atractivo que le ha convertido en uno de los solteros (en realidad divorciados) más codiciados del momento, George Clooney ha aterrizado inesperadamente en Madrid procedente de Londres para presentar Solaris. Y decimos inesperadamente porque después de que una malintencionada gripe le impidiese en el último momento asistir al preestreno español del filme y al encuentro con la prensa, tal y como estaba previsto la semana pasada, nadie esperaba que su apretado plan de promoción le permitiese ‘esta escapada’. Fue Steven Soderbergh, director de la cinta quien tuvo que hacer frente solo a los medios de comunicación.
Pero George Clooney no ha querido pasar por alto su cita, especialmente porque "estoy encantado con la película y ha tenido muy buena acogida en España" y porque "adoro Madrid, fue la primera ciudad europea que conocí. No quería no venir". Quizá en esta decisión de última hora haya tenido también algo que ver la casualidad. Y es que, precisamente estos días está en nuestro país Sam Rockwell, protagonista de Confessions of a dangerous mind, la ópera prima de Clooney tras las cámaras, por la que ha ganado el Oso de Plata de Berlín. Precisamente y coincidiendo en el mismo hotel madrileño ambas ruedas de prensa, Clooney y Rockwell han posado juntos. Simpático, bromista, divertido y con un pie escayolado "me rompí el talón de Aquiles jugando al baloncesto", el actor ha contestado a las preguntas de los periodistas, muchas de ellas centradas en su imagen, su vida personal y su desnudo en Solaris, escenas que casi han levantado más interés que la propia película.
¿Ha recurrido a algún tipo de doble para las escenas de desnudo? (Rie) No, la verdad es que no. Estaba pensando en decir el nombre de algún actor mayor...pero lo cierto es que no quiero insultar a nadie... ¿Para cuando un desnudo total integral? ¿Tiene usted intención de volver a dirigir otra película? (Rie) A los 41 años tu meta no es hacer muchos desnudos. Y sí, ¡voy a dirigir desnudo!. Ahora en serio, quizá dirija una película cuyo guión ha escrito Steven Soderbergh, siempre y cuando logre entenderlo. Por ahora estoy buscando trabajo... ¿Cómo resolvió las dificultades de un personaje tan distinto a todo lo que había hecho anteriormente? No es una película fácil. Trata del dolor, del sistema de creencias, de creer en Dios, de cosas muy profundas. Dos días antes de comenzar el rodaje había terminado de hacer Confessions of a dangerous mind. Tenía la sala de montaje al lado del plató donde rodábamos Solaris y la caravana donde vivía también allí. Cuando terminaba me iba a montar, dormía tan sólo dos o tres horas, pero quería hacer todo lo que Steven Soderbergh me pidiera. Hacíamos reuniones en las que hablábamos durante horas del sistema de creencias...Nuestro trabajo era estar libres emocionalmente para Steven y también entender lo que quería de nosotros, que a veces no era nada fácil.
